ENTREVISTA/ Es la primera innovación farmacológica en este campo en 20 años

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c. o. Barcelona | viernes, 13 de diciembre de 2013 h |

Tras 20 años sin innovación en el tratamiento de los miomas uterinos ya está disponible en España una nueva terapia oral, comercializada por Gedeon Richter. El ginecólogo Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud de la Mujer, ha explicado a Gaceta Médica cuáles son las ventajas que supone este tratamiento, el primero de una nueva familia terapéutica para esta indicación específica, que exime a la paciente de los efectos secundarios derivados de la terapia estándar hasta la fecha.

Pregunta. ¿Cuál es la prevalencia actual de los miomas uterinos sintomáticos?

Respuesta. El 5 por ciento de las mujeres en edad reproductiva tienen miomas que producen sangrados anormales, que es el síntoma más importante ya que provoca anemia. En un plano general, incluyendo los asintomáticos, la prevalencia es muy alta, pues miomas desde medio centímetro hasta diez centímetros pueden aparecer hasta en el 50-60 por ciento de las mujeres.

P. ¿Cómo ha evolucionado el tratamiento en los últimos años?

R. En el plano quirúrgico, se ha tratado mediante histerectomía y miomectomía y también se ha evolucionado a procesos más recientes como la embolización de la arteria uterina y los ultrasonidos. Ahora bien, en el campo del tratamiento médico, los análogos de la GnRH llevan 20 años en el mercado y han sido el gold estándar, porque es un antiestrógeno muy potente. El problema es que genera menopausia química con sus correspondientes síntomas (sofocos, pérdida de masa ósea…). Sin embargo, conocer mejor la fisiopatología de los miomas ha permitido desarrollar una nueva vía terapéutica, que consiste en actuar sobre los receptores de progesterona, logrando la reducción del tamaño de los miomas, pero sin producir los efectos secundarios que provocaban los análogos de la GnRH.

P. ¿Cómo mejoran los moduladores selectivos del receptor de progesterona el manejo de los miomas sintomáticos?

R. Según se ha demostrado en los ensayos fase III, acetato de ulipristal, que es la primera terapia de esta familia aprobada para esta indicación específica, actúa sobre los dos grandes bloques de síntomas: reduce el sangrado excesivo y por tanto corrige la anemia, y disminuye el tamaño del mioma, mejorando los síntomas derivados de este factor, como el dolor y la presión pélvica, el dolor menstrual o el aumento de la frecuencia urinaria por compresión de la vejiga.

Acetato de ulipristal ejerce su efecto de forma más rápida que los análogos de GnRH, pues prácticamente en siete días disminuye de manera drástica el sangrado, y también logra reducción mantenida del tamaño y el volumen del mioma, mejorando la calidad de vida de la mujer con un buen perfil de seguridad. En la actualidad, hay en marcha dos estudios para demostrar su eficacia y seguridad a largo plazo.

P. ¿Cuáles son las principales candidatas a recibir la terapia?

R. Está indicado en los tres primeros meses antes de una posible cirugía en pacientes con miomas sintomáticos. El objetivo es realizar un tratamiento poco agresivo pero efectivo para valorar al cabo de los tres meses si es necesaria la cirugía. Lo que comprobamos en todos los estudios de fase III es que cuando se disminuye el sangrado y el volumen de forma tan significativa, la paciente prefiere no operarse porque la sintomatología ha desaparecido, y el objetivo fundamental es evitar en lo posible la cirugía.