Gaceta Médica Madrid | miércoles, 07 de enero de 2015 h |

Baricitinib logra una mejor respuesta ACR20 en comparación con placebo en el tratamiento de pacientes con artritis reumatoide (AR) de moderada a grave en los que previamente había fallado el tratamiento con uno o dos inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) y que estaban recibiendo dosis estables de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (Farme). Así lo demuestran los resultados del ensayo en fase III Ra-Beacon, que ha evaluado la efectividad de este fármaco frente a placebo durante 12 semanas de tratamiento.A lo largo de 2015, se presentarán resultados más detallados de este estudio en reuniones científicas, ya que ambas compañías se encuentran actualmente evaluando la seguridad y eficacia de baricitinib en un extenso programa de Fase III que incluye a más de 3.000 personas con artritis reumatoide.

“Las personas con artritis reumatoide que han tenido una respuesta inadecuada a los inhibidores de TNF, son consideradas generalmente como las menos sensibles a los tratamientos posteriores, por lo que estos resultados nos dan aún más confianza en el potencial de baricitinib como opción una opción válida de tratamiento para aquellos pacientes que sufren esta debilitante enfermedad”, ha señalado David Ricks, vicepresidente senior de Lilly, compañía que, junto a Incyte, está detrás del desarrollo de esta molécula.

En este ensayo concreto de seguimiento a 12 meses, se han incluido 527 pacientes que previamente habían fallado a al menos una terapia anti-TNF, así como a un alto porcentaje de pacientes que habían recibido tratamiento previo con uno o varios agentes biológicos no anti-TNF. Los pacientes recibieron o bien una o dos dosis de esta molécula una vez al día o bien placebo, además de su terapia con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad convencionales.

La incidencia de acontecimientos adversos graves con este tratamiento, incluyendo infecciones graves, fue similar a la registrada con placebo. En el estudio no hubo infecciones oportunistas o perforaciones gastrointestinales. Lo que sí se observó es una mayor incidencia de eventos adversos no graves relacionados con el tratamiento en comparación con placebo tales como dolor de cabeza, infección del tracto respiratorio superior y nasofaringitis. Las tasas de discontinuación debidas a eventos adversos fueron similares entre los dos grupos de tratamiento.