El presidente de la OMC atisba “intereses” en la alarma mediática y la respuesta a la gripe A

En este contexto, Rodríguez Sendín no descartó la posibilidad de que existan “intereses económicos e incluso políticos” detrás de la pandemia, que apenas unas horas después matizaba en una entrevista radiofónica: más allá de intereses de la industria farmacéutica, el presidente de la OMC apuntaba al de otro tipo de empresas, como fabricantes de jabones desinfectantes o mascarillas, dispuestos a rentabilizar el miedo de la población. Tampoco hay que olvidar, en su opinión, que entre el 10 y el 12 por ciento de los españoles “son hipocondriacos” ni la tendencia a la “fantasía” común en nuestro país.

En la misma línea, el presidente de la OMC criticó la gestión informativa de la OMS, afirmando que “se ha pasado” en algunas de sus declaraciones sobre posibles efectos de la pandemia.

El tono de estas palabras, con las que el presidente de la organización asegura que pretende en esencia ahorrar una angustia y sufrimiento a muchos ciudadanos que considera innecesarios, tal y como ha expresado públicamente, contrasta con el del mensaje lanzado por la institución a través de una nota de prensa, en el que la OMC expresa que no se debe minusvalorar la importancia de esta pandemia gripal, pero tampoco exagerarla, como sucede hasta ahora, convirtiéndola en foco exclusivo de preocupación sanitaria. Y también es disonante con el de colegios, como el de Madrid, que ha abanderado el lema: “No beses, no des la mano, di hola”, haciendo hincapié en las medidas de prevención.

En materia de gripe A, los médicos no acaban de lanzar un mensaje unánime. Además, si se trata de una “enfermedad fantasma”, ¿qué sentido tiene que la propia OMC, a través de la Fundación para la Formación, se una a la Sociedad de Médicos Generales y de Familia, la Sociedad de Urgencias y Emergencias, y la Asociación Española de Pediatría para desarrollar proyectos formativos para los facultativos sobre ella?

Otros colectivos médicos también han situado la gripe A en su punto de mira. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) estudia la posibilidad de crear un Observatorio de la Gripe A que permita realizar un seguimiento de la enfermedad, tema que ha anunciado que propondrá ante el Foro de la Profesión Médica. Asimismo, desde el Ministerio de Ciencia e Innovación también se ha presentado ante el Consejo de Ministros un informe sobre el diseño de un programa especial de investigación de la gripe A que movilizará en España a 200 investigadores.

Otro tema que también genera controversia es la vacunación de los profesionales sanitarios frente a la gripe A. José María Molero, del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), asegura que según diversos estudios y tal y como se percibe en los foros profesionales, más de la mitad de los sanitarios del SNS consideran que no es necesario vacunarse de la gripe A(H1N1) en el momento en el que ésta esté disponible. Una cifra próxima al porcentaje de sanitarios que tampoco se vacunan frente a la gripe estacional, que ronda el 65 por ciento, tal y como explica el doctor. Tanto el portavoz de Semfyc como el presidente de Semergen, Julio Zarco, insisten en la necesidad de hacerlo, para evitar que en los periodos de máxima incidencia haya plantillas mermadas por la gripe. Zarco incide, además, en que aunque el médico padezca una sintomatología leve que no requiera baja, va estar en contacto con pacientes que pertenecen a grupos de riesgo, de manera que invita a que eviten convertirse en “vectores de transmisión del virus”.

Precisamente la vacunación frente a este virus acaparó el primer Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del nuevo curso político. La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, que se ha reunido durante toda la semana con diferentes presidentes autonómicos, anunció que entre los primeros grupos de riesgo para la vacunación estarán, junto al personal sanitario, las mujeres embarazadas y enfermos crónicos a partir de seis meses de edad, aunque dejó la puerta abierta a la incorporación de otros grupos de riesgo que aprueben los expertos y reciban el respaldo del Interterritorial. El Gobierno y las comunidades autónomas han acordado que se vacunará en primer lugar a entre un 15 y un 20 por ciento de la población, aunque nuestro país contará con una reserva de vacunas que podrá cubrir al 60 por ciento de la población.

La decisión de no vacunar a todos los menores de 14 años ha sido respaldada por las sociedades científicas de Pediatría, que insisten en que los niños han demostrado ser un grupo con morbilidad, pero sintomatología leve, según ha señalado el presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, José Luis Canela.

Por otra parte, las comunidades autónomas acordaron adelantar del 15 de septiembre a la primera semana de octubre el calendario de inmunización contra la gripe estacional, que este año será común, para evitar que se solapen ambas vacunaciones.