SOCIEDAD

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| viernes, 17 de junio de 2011 h |

Redacción

Madrid

La falta de adherencia al tratamiento no sólo es un asunto económico que influye sobre el gasto sanitario y los presupuestos farmacéuticos. Es también un problema social que afecta, en primer lugar, a los enfermos, y que puede llegar a ser mortal. Dada la importancia del problema, la Alianza General de Pacientes (AGP) se ha posicionado para abordarlo desde varios frentes, con un enfoque que afecta a pacientes, administraciones, farmacias, médicos e industria farmacéutica.

De cara a las administraciones públicas, se piden acciones inmediatas de impulso a la información y formación de los pacientes, los profesionales y la farmacia, así como campañas de concienciación a nivel nacional. La AGP solicita también mayor representatividad de los pacientes en el sector sanitario como unos de los protagonistas reconocidos del sistema y una mayor dedicación de recursos a los colectivos de pacientes en iniciativas prioritarias como es el caso de la adherencia.

Cooperación

En el caso de los profesionales, la Alianza General de Pacientes requiere un mayor esfuerzo de cooperación y colaboración con los enfermos: a su juicio, tienen que dedicar no sólo más tiempo sino también demostrar una mayor sensibilidad hacia las necesidades y exigencias individuales de los afectados, esforzándose sobre todo en utilizar un lenguaje adaptado y completamente comprensible por los que no son expertos.

Posología sencilla

Por último, la AGP insta a las compañías farmacéuticas a garantizar una posología factible para agilizar el cumplimiento de los tratamientos. Los pacientes creen también que la industria tiene que seguir invirtiendo en investigación y en el desarrollo de nuevas fórmulas más simplificadas de tratamientos, al mismo tiempo que deben esforzarse por incrementar más acciones en el área de responsabilidad social en apoyo a las iniciativas de las organizaciones y ofrecerles su colaboración.