UCI/ 48º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva

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Redacción Madrid | viernes, 14 de junio de 2013 h |

Si bien es cierto, tal y como recordó Brígida Mendoza, consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, que los Servicios de Medicina Intensiva de España gozan de unos “estándares de calidad excelentes reconocidos internacionalmente como modelo de referencia”, no es menos cierto que esta especialidad tiene todavía ante sí un reto muy importante: la detección precoz de la gravedad de estos pacientes.

Así lo expuso precisamente José Cuñat de la Hoz, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) durante la inauguración del 48º Congreso Nacional de la sociedad. En su opinión, lo importante es anticiparse a la enfermedad “y no centrarse únicamente en su tratamiento una vez que se ha producido”.

Además, Cuñat de la Hoz también aprovechó para desmentir la idea de que “a las unidades de cuidados intensivos (UCIs) solo se va a morir” y aseguró que “más de ocho de cada diez pacientes salen de las UCI con vida”. Unos resultados que se consiguen, según el presidente de la Semicyuc, gracias al ratio de atención en estas unidades, que suele ser de una enfermera por cada dos pacientes y de entre uno y tres médicos de guardia, aproximadamente.

Otro de los grandes temas que se trató durante el 48º Congreso de la Semicyuc, celebrado de manera conjunta con la 39º Reunión de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (Seeiuc), fue el de la homologación de la especialidad en Europa.

En una mesa redonda en la que participaron residentes, médicos tutores y ponentes internacionales, Luis Rayo, del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca, habló de “optimizar el aprendizaje de los MIR”, para lo cual abogó por potenciar la figura del tutor como líder de la formación del residente, pero siempre con la ayuda del resto de profesionales, que funcionarían como una “red de apoyo al MIR”. Además, Nieves Franco, del Hospital de Móstoles, inisitió en “dejar de interpretar la formación del residente como si fuera un mero accesorio de la asisitencia”.

Para conseguir todo esto, en la mesa se abordó la necesidad de armonizar programas como el Cobatrice o el Diploma europeo de Medicina Intensiva, que se consigue mediante un examen anual voluntario que homologa titulaciones y competencias y favorece la movilidad entre países. Una idea, de la evaluación final del MIR, con la que la Semicyuc se mostró de acuerdo.