C.R. Madrid | viernes, 10 de octubre de 2014 h |

Abordar la participación de los pacientes en el sistema sanitario es un objetivo en el que no se pueden dejar de lado las cuestiones que vienen de Europa. Las elecciones europeas ofrecen una oportunidad para impulsar las políticas del Bienestar y Salud Pública en la etapa 2014-2019, como señaló Javier Delgado, coordinador de Comunicación de la Alianza Europea por la Salud Pública (EPHA) a pesar de haber comenzado con un órdago para el sector en la política farmacéutica.

Desde que el presidente electo de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, decidió mover la Agencia Europea del Medicamento al Departamento de Industria, Empresa y Mercado Interno, EPHA ha llevado a cabo una ardua tarea para aglutinar posturas contra este trasvase. Intenta contrarrestar el principal argumento de la Comisión, según el cual la Unión Europea necesita crecimiento, lo que obligaría a otras prioridades a tomar un asiento secundario.

“Obviamente necesitamos crecimiento, pero la seguridad del paciente y la necesidad de reforzar los sistemas de salud pública necesitan ser prioridad porque de lo contrario a la corta y la larga los dirigentes europeos se van a arrepentir”, aseguró Delgado.

En esta línea se mueve el manifiesto que EPHA lanzó antes de las elecciones europeas. Incluye un gran número de recomendaciones cuyo objetivo es concienciar a los 756 miembros del Parlamento Europeo para que tenga en cuenta la salud y el bienestar en la Unión Europea en cada una de las políticas.

Muchas de esas recomendaciones van destinadas a a Comisión Europea y al Consejo de Europa para recuperar la confianza de los ciudadanos.