josé a. rodríguez Barcelona | viernes, 28 de noviembre de 2014 h |

Un estudio multicéntrico de fase I en el que ha participado el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) ha demostrado que la inmunoterapia puede ser eficaz en el cáncer de vejiga metastásico. Concretamente, se ha usado un fármaco (MPDL3280A) anti-PD-L1. El principal resultado es que al administrar inmunoterapia se ha restaurado la respuesta inmunológica de los pacientes y ha disminuido el tamaño del tumor en un 43 por ciento de aquellos que tenían tumores que presentaban la proteína PD-L1. Estos resultados ya se presentaron en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), pero todavía no habían pasado el filtro de ninguna publicación científica. Ahora los publica la revista Nature.

Una investigación previa había detectado que la proteína PD-L1 se encuentra en una gran variedad de tumores y facilita que las células tumorales se escapen de la vigilancia del sistema inmunitario. Esta proteína bloquea la respuesta inmunitaria del paciente y la inhabilita para luchar contra las células cancerosas. El estudio con MPDL3280A tenía este punto de partida. El objetivo era bloquear la proteína PD-L1 del tumor, presente en un 30 por ciento de los tumores metastásicos de vejiga. Cristina Cruz, oncóloga e investigadora clínica del Grupo de Desarrollo Clínico Precoz de Fármacos del VHIO, destaca “la elevada tasa de respuesta objetiva, del 43 por ciento”, que ha demostrado MPDL3280A. Y añade que “en los últimos 30 años no ha aparecido ningún fármaco que aporte tanto en cáncer de vejiga como apuntan los resultados de este estudio”. Hasta ahora, señala Cruz, no había ninguna evidencia de que se pudiera utilizar la inmunoterapia en cáncer de vejiga metastásico.

A la vista de los resultados obtenidos, los investigadores administraron el fármaco a pacientes con cáncer de vejiga metastásico en los que no se había detectado el biomarcador PD-L1. El fármaco consiguió un 11 por ciento de respuestas en este grupo. Como explica Cruz, todavía no saben por qué el fármaco también tiene efectos en estos pacientes. “PD-L1 es un marcador complejo, que se encuentra en los tumores y en los tejidos sanos”, señala Cruz. Y añade que “quizás las técnicas que usamos para detectarlo son limitadas”.

Ya se ha completado un estudio en fase II con MPDL3280A en cáncer de vejiga. Y está a punto de empezar un estudio en fase III para comparar el fármaco con quimioterapia estándar en pacientes que han recibido tratamiento con platino y que tienen que volver a tratarse.