FORMACIÓN/ Ocho médicos de familia imparten cursos de uso racional de tres fármacos en los que resumen evidencia científica y experiencia

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El objetivo de las sesiones es que los facultativos optimicen la prescripción de estatinas, inhibidores de la bomba de protones y ARA-II

Según sus promotores, se trata de medicamentos con “indicaciones imprecisas” y un elevado coste que disparan la factura farmacéutica

| 2010-09-24T17:14:00+02:00 h |

Esther Martín del Campo

Madrid

Los médicos de los centros de salud de la zona norte de la Comunidad de Madrid recibirán hasta el próximo 14 de octubre un total de 33 sesiones sobre el uso racional de tres fármacos: estatinas, inhibidores de la bomba de protones (IBPs) y antagonistas de receptores de angiotensina II (ARA II).

Ocho médicos de familia proporcionarán a sus compañeros las evidencias científicas más recientes junto con aportaciones de su propia experiencia en el manejo de los enfermos para detectar posibles fallos en la prescripción de este tipo de medicamentos, que tienen un gran impacto en la factura farmacéutica por su empleo en patologías prevalentes (hipercolesterolemia, problemas gástricos e hipertensión) y su alto precio.

El director médico del Área 5 de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, Jesús Vázquez, explica a GM que se han detectado deficiencias en la prescripción de estos fármacos. Aunque es normal que exista una cierta heterogeneidad, subraya el doctor, en este caso vienen dadas por la sospecha de que existen indicaciones poco precisas en determinados grupos de elevado coste. Además, incide, en muchas ocasiones se trata de medicaciones “delegadas” inducidas a los médicos de primaria desde el sector privado o desde el ámbito de la atención especializada.

Evidencia y experiencia

Un ejemplo de la excesiva heterogeneidad en la prescripción es el empleo de los IBP, entre los que se encuentra el omeprazol. Vázquez destaca que mientras en nuestro país la tasa de empleo de estos medicamentos ronda el 85 por 1.000, en otros países de nuestro entorno, como Italia o Noruega, apenas oscila entre los 30 y los 27 por millar, respectivamente, lo que sugiere un sobreuso.

El objetivo de estos cursos es promover el uso racional de estos fármacos y actualizar sus indicaciones y utilidad terapéutica de en relación a la medicina basada en la evidencia, pero tomando también como referencia la experiencia en el manejo de los pacientes de los ocho profesionales que aportarán su visión a sus compañeros. “Queremos con ello que nuestros profesionales tengan todas las herramientas a su alcance con evidencias para que puedan tomar sus decisiones con libertad y sabiendo cómo está la situación en estos tres grupos farmacológicos y cuáles son sus verdaderas indicaciones”, recalca el director médico.

Una vez que los facultativos conozcan qué prescripción es la más adecuada para cada tipo de patologías, el siguiente paso será buscar la opción más económica dentro de los medicamentos financiados, en una apuesta por la eficiencia y la sostenibilidad.

Por el momento las sesiones se celebrarán en los centros de esta área sanitaria, aunque está previsto exportar la idea, según asegura Jesús Vázquez, para trazar líneas de actuación conjunta individualizada. La novedad fundamental es que se imparte una suerte de coaching prescriptor por los propios compañeros, motivados y avezados en el manejo de estas familias terapéuticas.

Evaluación de resultados

Tras las sesiones, se llevará a cabo una evaluación de resultados que analizará los cambios en la prescripción de los médicos participantes. Vázquez espera que la formación tenga repercusión en la decisión final de los facultativos.

Asimismo, está previsto ampliar estas iniciativas de formación también a otros grupos farmacológicos, según avanza el director médico del área de salud.