josé A. rodríguez Barcelona | viernes, 08 de mayo de 2015 h |

Los resultados de un estudio realizado por expertos del Instituto de Investigación Biomédica de Girona han demostrado que determinados microRNAs circulantes que se encuentran menos expresados durante el segundo trimestre de gestación en mujeres obesas se asocian a un mayor peso de sus hijos al nacer estos y también a los seis meses de vida. Los resultados de este trabajo se han presentado durante el 37º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica.

Como señala Judit Bassols, primera autora del estudio, los investigadores analizaron los microRNAs circulantes en 70 mujeres embarazadas, de las cuales 20 presentaban obesidad pregestacional, 25 tenían obesidad gestacional y 20 eran control. El primer objetivo del estudio era comprobar qué microRNAs estaban diferenciados en las embarazadas en función de la obesidad. Así que realizaron un análisis de los 721 microRNAs que se conocen para saber cuáles se expresan de forma diferente en plasma entre estos tres grupos. Bassols explica que comprobaron que “los microRNAs 221 y 652 están menos expresados en las embarazadas con obesidad gestacional durante el segundo trimestre del embarazo”.

El segundo objetivo del trabajo era estudiar las asociaciones de las expresiones de microRNAs con el peso de los niños al nacer y a los seis meses. De este modo, observaron que “hay dos microRNAs (423-5P y 652) que, cuando se encuentran menos expresados, se asocian a un mayor peso de los niños al nacer”, comenta Bassols. Y que hay tres microRNAs que, si están menos expresados, se asocian a un mayor peso a los seis meses. “Son los 29C, 128A y 221”, añade esta experta. Bassols afirma que es la “primera vez que se identifica esta relación”. Aunque según Bassols no se conoce cómo influyen estos microRNAs en el peso de los niños, la hipótesis es que “pueden tener algún efecto sobre las rutas metabólicas que los hacen crecer”.

Esta experta señala que es fundamental dar con marcadores que puedan predecir futuros problemas de peso de los niños. “Quizás las embarazadas podrían realizar cambios en su estilo de vida para que los niveles de microRNAs asociados con más peso de sus niños se expresen de forma más normalizada”.

Cortisol en saliva

Otro de los estudios presentados durante el congreso muestra la utilidad de la determinación del cortisol en saliva como marcador de insuficiencia suprarrenal secundaria en la población pediátrica. Actualmente, la determinación del cortisol se realiza en sangre. Como explica Raquel Corripio, coordinadora de la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital de Sabadell, “si se pudiera hacer en saliva, sería más cómodo y seguro para los niños, porque se evita la necesidad de acceso vascular”. En este trabajo, participaron once niños que habían recibido tratamiento con corticoides durante más de 15 días, “lo que afecta a la glándula suprarrenal”, dice Corripio. Los expertos vieron que todos los niños que tenían picos de cortisol en sangre por encima de los 18 mcg/dl también presentaban picos de cortisol en saliva por encima de los 0,58 mcg/dl, explica Corripio. Esta experta comenta que habría que demostrar si medir los niveles de cortisol en saliva serviría para monitorizar si el tratamiento sustitutivo es correcto en los casos de insuficiencia primaria.