Investigación/ El 50 por ciento de estos casos no recibe un diagnóstico acertado
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C.Ossorio
Barcelona
Un tercio de los pacientes con enfermedad de Alzheimer de inicio precoz —antes de los 65 años, que son un 10 por ciento del total de casos— presentan sintomatología atípica, distinta a los trastornos de memoria.
Así lo confirma un estudio del Hospital Clínic de Barcelona-Universidad de Barcelona CCiT-Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (Idibaps), publicado en Neurology, en el que evaluaron una serie de 40 casos de su Banco de Tejidos Neurológicos. Como explicó Albert Lladó, coordinador del trabajo, el 37,5 por ciento de la EA precoz presenta alteraciones conductuales, de lenguaje, visuales o ejecutivos, lo que conduce a relacionar los síntomas con otras enfermedades neurodegenerativas o psiquiátricas.
Esto supone que la mitad de las personas con poca correlación clínico-patológica reciben un diagnóstico inicial inexacto, en comparación con el 4 por ciento de los que presentan problemas de memoria. Y un 47 por ciento aún estaba mal diagnosticado en el momento de la muerte. La manifestación clínica se asociaba a otros tipos de demencia como la degeneración lobar frontotemporal, la degeneración corticobasal o la hidrocefalia normotensiva.
Además de los primeros síntomas, los antecedentes familiares y el retardo diagnóstico —que suele ser de tres años—, los investigadores estudiaron el principal factor de riesgo de desarrollo de la enfermedad, el genotipo APOE e4, que se encontró en el 41 por ciento de los pacientes del estudio y fue más de tres veces más común en personas con antecedentes familiares.
En este sentido, el neurólogo José Luis Molinuevo hizo hincapié en la necesidad de realizar un diagnóstico exacto de la enfermedad, que antes se realizaba a través de la anatomía patológica y criterios clínicos del año 1984, mientras que ahora el campo de los biomarcadores, que son una realidad solamente en escasas unidades especializadas en todo el país, abren una puerta a la precisión.