| viernes, 25 de junio de 2010 h |

L. L.

Bruselas

La exposición al humo pasivo por parte de los niños es nueve veces superior a la media en los hogares en los que ambos padres fuman. Además, cada vez existen mayores evidencias que remarcan la conexión del tabaquismo pasivo infantil con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias, como asma y bronquitis, otitis media y probablemente meningitis, sin olvidar la relación entre tabaco y el síndrome de muerte súbita o los riesgos durante el embarazo.

Son algunos de los datos que recoge un informe presentado la semana pasada en el Parlamento Europeo por Anne Gilmore, profesora de la Universidad de Bath y miembro del Royal College of Physicians, en un evento organizado por el consejo de médicos británico y la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA, por sus siglas en inglés).

La jornada contó con la participación del director general de Cohesión del SNS y Alta Inspección del Ministerio de Sanidad, Alberto Infante, que destacó la experiencia española en la misma semana en la que el Parlamento nacional daba el primer paso para endurecer la ley antitabaco. Infante recordó los resultados de un estudio que establece que el 17 por ciento de los carcinomas de pulmón se dan en adultos no fumadores que sí lo fueron en su adolescencia. De acuerdo con estos datos, el Royal College of Physicians también incide en que el tabaquismo en la adolescencia influye doblemente en la mortalidad: está detrás del 50 por ciento de los fallecimientos relacionados con el tabaco y reduce la esperanza de vida en 10 años.