La mortalidad por COVID-19 en pacientes con cáncer “podría cuadriplicar la de la población general”. El presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem, recuerda que la patología oncológica sigue siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en España, estimándose alcanzar los 277.394 casosen nuestro país en 2020. Así se puso de manifiesto durante la jornada “La Sindemia del Cáncer: una emergencia sanitaria”, organizada por la Fundación ECO. Un encuentro que buscaba reflexionar sobre la sindemia (término que une los conceptos de sinergia y pandemia) del cáncer en el contexto de crisis actual.

Los estragos que ha causado la pandemia a estos pacientes han sido numerosos. Desde los retrasos en la administración de tratamientos, en las evaluaciones, la detección precoz, pasando por la suspensión de programas de investigación clínica… pueden incrementar esa mortalidad en los próximos años.

En este sentido, Adolfo García-Sastre, director del Global Health and Emerging Pathogens Institute, Mount Sinai School of Medicine de Nueva York, aseguró que la vacunación contra el Sars-CoV-2 puede suponer un punto de inflexión para este sector de la población. “Los pacientes con cáncer son uno de los grupos de riesgo claro de enfermedad severa por infección con SARS-CoV-2.  Por tanto, el que los datos de los ensayos clínicos con las vacunas de COVID-19 sean tan buenos es una noticia fabulosa, pero aún nos queda el reto de que esa vacunación sea lo más rápido posible para acabar con el riesgo que representan los contagios, no solo para los pacientes con cáncer, sino también para todo el mundo”, afirmó.

Por su parte, para Valentín Fuster, director del Mount Sinai Heart, es fundamental que los enfermos continúen sus visitas al médico y sus tratamientos, ya que “los hospitales son espacios seguros y seguir las indicaciones y pautas que les dan sus oncólogos es vital para su pronóstico”.

Del mismo modo, determinar estadios en una patología, al igual que se realiza en el cáncer, puede contribuir a disminución de la ansiedad del paciente y supone una guía para el médico. Carlos Cordón-Cardo, director del Mount Sinai Health System Department of Pathology, publicó junto a otros colegas, un paper en la revista Cancer Cell donde se realiza un estadiaje de la COVID-19, al considerar que esta tiene muchas similitudes con el cáncer, dado que se trata de que es una enfermedad que utiliza los vasos sanguíneos para moverse del punto de origen a un punto más lejano.

“Si el virus entra por la nariz o por la boca y afecta a otros órganos como el hígado, el intestino, los riñones o el cerebro, lo hace igual que las células neoplásicas metastacitantes. La metástasis no es un fenómeno único del cáncer, sino que es un fenómeno que presentan también virus y bacterias. Cuando un patógeno va de un punto de origen a un punto anatómico distinto, cercano o lejano, esto es un proceso de metástasis”, destacó Cordón.

En este punto, los procesos de estadiaje contribuyen a hacer una conexión entre lo que es la patogenia (el origen de la enfermedad) y el daño tisular, el daño a los distintos órganos que esta enfermedad puede producir, y hacer una relación de este daño pato-fisiológico con el tipo de test concreto de laboratorios.