La identificación y el aislamiento de personas únicamente con COVID-19 sintomático no controlará la propagación en curso del SARS-CoV-2, según un nuevo estudio publicado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.

Los autores determinan en un modelo analítico con múltiples escenarios de individuos asintomáticos con COVID-19 y períodos infeccioso que la transmisión de individuos asintomáticos representa más de la mitad de todas las transmisiones. Además de la identificación y el aislamiento de las personas con COVID-19 sintomático, el control eficaz de la propagación requerirá reducir el riesgo de transmisión de las personas con infección que no presentan síntomas.

La investigación

Los investigadores recuerdan que la transmisión por personas infectadas pero que no presentan ningún síntoma puede surgir de dos estados de infección diferentes: individuos presintomáticos (que son infecciosos antes de desarrollar síntomas) e individuos que nunca experimentan síntomas (infecciones asintomáticas).

Sin embargo, la proporción de personas con infección que nunca presentan síntomas es difícil de cuantificar porque requiere un muestreo clínico prospectivo intensivo y un cribado de síntomas de una muestra representativa de personas con y sin infección. No obstante, la evidencia de los datos de contagios y los estudios de contactos familiares indican que se producen infecciones tanto sintomáticas como asintomáticos y las pruebas epidemiológicas sugieren que los individuos que nunca desarrollan síntomas pueden ser más propensos que las personas con síntomas de transmitir el SARS-CoV-2 a los demás.

Las personas con infección que nunca desarrollan síntomas pueden representar aproximadamente el 24% de toda la transmisión

Promedio infeccioso de 10 días

Los investigadores utilizaron datos de un metanálisis de 8 estudios de China para establecer el período de incubación en una mediana de 5 días con el 95% de los individuos sintomáticos que desarrollan síntomas el día 12.

Para aproximar una distribución del período infeccioso, “hicimos una suposición inicial de que la infecciosidad máxima ocurre en promedio al mismo tiempo que el período de incubación medio, de modo que la infecciosidad comienza antes del inicio de los síntomas. Luego asumimos que la infecciosidad a lo largo del tiempo se puede aproximar mediante una función de densidad y que la persona promedio es infecciosa durante aproximadamente 10 días“, explican los autores.

Asimismo, trabajaron en el supuesto inicial de que el 30% de las personas con infección nunca presentan síntomas. “También hicimos una suposición inicial de que los individuos con infecciones asintomáticas son en promedio un 75% tan infecciosos como aquellos con infecciones sintomáticas”, continúan. Por tanto, combinados estos supuestos iniciales, implican que las personas con infección que nunca desarrollan síntomas pueden representar aproximadamente el 24% de toda la transmisión.

“El control exitoso del SARS-CoV-2 no puede depender únicamente de identificar y aislar los casos sintomáticos”

Resultados

Según los supuestos iniciales, aproximadamente el 59% de toda la transmisión provino de la transmisión asintomática: el 35% de individuos presintomáticos y el 24% de individuos que nunca presentan síntomas.

“En ausencia de un uso eficaz y generalizado de terapias o vacunas que puedan acortar o eliminar la infectividad, el control exitoso del SARS-CoV-2 no puede depender únicamente de identificar y aislar los casos sintomáticos; incluso si se implementara de manera efectiva, esta estrategia sería insuficiente”, destacan los autores en sus conclusiones.

Estos hallazgos sugieren que un control efectivo también requiere reducir el riesgo de transmisión de personas con infección que no presentan síntomas.