La sesión presidencial del Congreso SEOM2020 virtual se ha centrado en tres ámbitos diferentes de la oncología: El CRISPR-CAS14, los retos en la curación del cáncer de pulmón y el comienzo de los tratamientos paliativos en los pacientes con cáncer avanzado.

El reciente descubrimiento de la proteína 14 (Cas14), por el grupo de investigadores del grupo de Jennifer Doudna, supuso un nuevo avance en la medicina general. Los científicos han descubierto que posee una actividad de dirección de ADN monocatenario (ss), a pesar de ser dos veces más pequeño que Cas9, una capacidad que podría conferir una defensa contra virus con genomas de ssDNA.

Martínez Mojica, del departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, describió durante la sesión cómo surge CRISPR-CAS14 y los pasos de investigación más básica que permitieron que sea una realidad, con algunos de los progresos que se han logrado en medicina en general y en oncología en particular. “Creo que es muy prometedor en la identificación de nuevas dianas para el desarrollo de nuevos fármacos”, señala. Otro campo que cree muy relevante es el de los numerosos ensayos clínicos que utilizan CRISPR-CAS14, “concretamente, en inmunoterapia, para modificar células T”.

La adición de Cas14 permite detectar ADN bicatenario, ADN monocatenario y ARN. Además, la especificidad de la proteína Cas14 aumenta la fidelidad del polimorfismo de un solo nucleótido (SNP). Los estudios apuntan a que CRISPR-Cas14 se utilizará para ayudar en varios campos de investigación, como el diagnóstico de infecciones virales y microbianas, así como la detección y modificación de células cancerosas. La investigación sugiere que este sistema puede haber sido particularmente efectivo en ecosistemas que abundan en virus de ADN monocatenario.

Medicina personalizada en cáncer de pulmón

Luis Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, expuso durante su exposición que el cáncer de pulmón, como modelo de una cura del cáncer, “representa un buen ejemplo de una enfermedad muy incidente, prevenible -si se evitan los factores de riesgo- y una enfermedad en la que vemos espacio para optimizar el diagnóstico precoz. Además, los grandes avances en el conocimiento de su biología han llevado a nuevas terapias para los pacientes, con tratamientos personalizados”.

“En las últimas dos décadas, se ha producido una gran mejoría en la evolución de los pacientes, con mejores respuestas y más duraderas, con supervivencias a largo plazo en enfermedad avanzada, continuó Paz-Ares. Todas estas mejoras se deben, en gran medida, a los avances de la medicina personalizada dirigida a las mutaciones que subyacen en el tumor. Y también se debe a las nuevas modalidades de la inmunoterapia”, resume.

Entre los retos de futuro, indicó la optimización de las tecnologías de diagnóstico precoz, el cribado y disminuir el consumo de tabaco en la sociedad.

Tratamientos paliativos

Por su parte, Alberto Alonso, jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario La Paz de Madrid, detalló cuándo empezar los cuidados paliativos en pacientes con cáncer avanzado. “Los cuidados paliativos son esenciales para que puedan vivir con calidad de vida hasta el final de su vida. Pero diversos estudios han indicado que, cuanto antes se introduzcan, es mejor tanto para la calidad de vida como para el control sintomático y que pueda tomar decisiones y una conciencia más real de la enfermedad, viviendo de acuerdo al pronóstico”.

La idea básica es que “resulta fuera de lugar incorporar los cuidados paliativos al principio del diagnóstico en enfermedad avanzada. Porque, a veces, el paciente puede vivir durante años pero no tanto como ahora se está haciendo, con los cuidados paliativos relegados al último mes o a los últimos dos meses de vida. En resumen, los cuidados paliativos deben comenzar antes y, la única manera de hacerlo, es integrarlos con los servicios de oncología”.

Impacto emocional de los oncólogos

Uno de cada cuatro residentes o adjuntos jóvenes de oncología médica se han planteado abandonar su vocación médica ante la situación vivida durante la primera ola de la pandemia por COVID-19. Este es uno de los datos que arroja la encuesta realizada por SEOM para conocer los datos de infección de los residentes y adjuntos jóvenes -por ser el colectivo más afectado- así como el impacto tanto laboral, como formativo y psicológico que han tenido.

España ha contado, durante toda la pandemia, con una de las tasas más altas de infección por COVID-19 en profesionales sanitarios. La actual es del 7,64% (64.847 de un total de 848.324) con los datos del pasado 8 de octubre, frente al 1% de lo que supone en la población general, SEOM, a través de la Sección +MIR de Residentes y Adjuntos Jóvenes ha querido analizar la situación de este colectivo y estudiar estrategias de mejora.

  • Un 55% de los encuestados declara haber estado preocupado bastantes veces-siempre por el riesgo de contagiar a sus convivientes y allegados.
  • El 21,7% declararon tener algún factor de riesgo para padecer COVID-19 de forma grave. El 17,5% contrajeron COVID-19, principalmente de forma leve y asintomática.
  • El 84% de los encuestados sufrieron cambios en sus tareas laborales durante la pandemia, y dentro de los residentes un 84,3% han visto como algunas de sus rotaciones de formación se han visto afectadas (alteradas o suspendidas). 35 personas respecto a sus rotaciones externas, en el último año de residencia con escasas opciones a ser recuperadas. 
  • De la muestra global, un 71,1% de los encuestados prestaron asistencia COVID-19. De ellos, un 82% asegura haber tenido que reutilizar material de protección por escasez de medios. Un 55% ha tenido que utilizar material de protección no homologado. Un 49% no recibió formación previa para uso de material de protección. La mayoría de encuestados han coincidido en destacar que es necesario prestar más apoyo a los médicos residentes, mejorar los planes de contingencia y los protocolos organizativos, reconocer el trabajo (remuneración y tiempo de descanso) y aumentar la formación en prevención.