A pesar de los avances existentes en el tratamiento de los pacientes con psoriasis, aún quedan desafíos pendientes que mejorar en el manejo de la patología. En este sentido, destacan cuestiones como extender el tratamiento de la psoriasis grave a las formas con índice de Área y Gravedad de la Psoriasis (PASI) inferiores o poder desarrollar tratamientos de una sola aplicación semanal.

Estas son algunas de las cuestiones que el director del Departamento de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Luis Puig, considera interesantes para avanzar entre el camino que separa el “tratamiento sistémico y el tópico” en el abordaje de los pacientes con esta patología.

“Entre los desafíos pendientes, sería importante extender el tratamiento de la psoriasis moderada o grave a las formas con PASIS inferiores. Hacen falta estudios de la forma de la enfermedad que se encuentra a medio camino entre el tratamiento tópico y el sistémico”, explica el especialista. Asimismo, el dermatólogo considera que “hace falta desarrollar tratamientos tópicos de una aplicación a la semana”. 

Por otro lado, desde el punto de vista sistémico, “es positivo mejorar el tratamiento intermitente porque algunos fármacos pueden permitir respuestas a largo plazo durante varios meses en ausencia de tratamiento”, continúa el experto.


PASI (Psoriasis Area and Severity index) representa el estándar de medición de la severidad de la psoriasis. Evalúa el grado del eritema, descamación e infiltración de las placas de psoriasis con relación del área topográfica comprometida.


Otro desafío pendiente de resolver es averiguar si el componente de la inflamación sistémica de la psoriasis o de los pacientes con psoriasis se puede modificar con el tratamiento.

“Hay indicios que así lo afirman pero se necesitan más estudios y es mucho más importante emplear fármacos ya disponibles que se utilizan para prevenir el riesgo cardiovascular o la inflamación de causa metabólica, como las estatinas”, puntualiza.

Inteligencia Artificial en dermatología

Por el contrario, un ámbito que parece obtener resultados y estar en continuo desarrollo para afrontar la patología es la inteligencia artificial (IA). En este sentido, Puig destaca que esta rama ha avanzado significativamente a nivel administrativo en relación con el tratamiento de datos de pacientes hospitalizados. En dermatología se ha avanzado en reconocimiento por imagen y el desarrollo de diagnósticos por imágenes clínicas y dermatoscopias.

“Se están desarrollando formas para identificar a los pacientes más susceptibles de beneficiarse de un tratamiento u otro”

En relación con la psoriasis, el dermatólogo indica que con los tratamientos existentes se obtiene hasta un 90 por ciento de respuesta, pero en otras enfermedades inflamatorias como la dermatitis atópica, la inteligencia artificial está empezando a “descubrir los avances terapéuticos que estarán marcados en el futuro”.

A pesar de los avances en la especialidad de dermatología, el experto indica que es conveniente señalar que los beneficios de la aplicación de la IA dependen de la enfermedad en la que se aplique.

Últimos avances en psoriasis

El abordaje de la psoriasis ha variado sustancialmente en los últimos años debido a los avances que se han producido en  la comprensión de los mecanismos moleculares de la enfermedad, que han supuesto el desarrollo de nuevos fármacos.

En concreto, en 2019 se puso a disposición de los pacientes guselkumab, que fue el primer agente biológico que bloqueaba de forma selectiva la interleucina-23 (IL-23), que regula la producción del proceso de inflamación. En esta línea, este año se aprobaba también risankizumab.

“Estos tratamientos son altamente eficaces y muy bien tolerados”

Comorbilidades asociadas

Puig ha destacado la psoriasis pustulosa como una variante muy rara y poco frecuente, para la cual existen nuevos fármacos en desarrollo. El experto ha explicado que en psoriasis, “siempre buscamos las moléculas específicas para bloquear y regular, sin interferir en las defensas del organismo”. Sin embargo, el dermatólogo ha explicado que en la actualidad se están desarrollando moléculas que bloquean los mediadores específicos de la psoriasis pustulosa.

El campo de la artritis psoriásica también es otro campo que está avanzando muy significativamente porque las nuevas moléculas, como guselkumab, “están dando tasas de respuesta similares a las que disponemos pero mejorando mucha la respuesta de la piel”, ha indicado el experto.

Impacto de la COVID-19 en psoriasis

Desde dermatología, el seguimiento de los pacientes con psoriasis continuó durante los meses más azotados por el SARS-CoV-2 a través de la atención telefónica.

“Se llevaron a cabo directrices por parte de las entidades científicas que recomendaban continuar el tratamiento, extremando el aislamiento social de los pacientes”, ha subrayado Puig. Esta situación, a su juicio, pudo haber explicado que los pacientes con psoriasis no hayan mostrado una mayor incidencia por el virus o una mayor mortalidad asociada.

Abordaje multidisciplinar

Un aspecto fundamental para Puig es el abordaje multidisciplinar de la psoriasis debido a las comorbilidades asociadas a la patología.

“Hasta el 30 por ciento de los pacientes puede desarrollar artritis psoriásica como principal comorbilidad”

Por este motivo, el experto indica que es importante que el dermatólogo encargado de los pacientes con psoriasis tenga conocimientos extensos de reumatología, pero sobre todo se fomente la colaboración con el reumatólogo.

En este sentido, Puig también destaca un abordaje junto a los profesionales digestivos, debido a las comorbilidades relacionadas con alteraciones metabólicas, diabetes, obesidad o hipertensión.

A pesar de que la salud mental en pacientes con psoriasis es un tema recurrente, los avances en este ámbito tardan en llegar.  La disponibilidad de soporte psicológico es otro de los pilares fundamentales que destaca Puig en el abordaje multidisciplinar. “Muchos pacientes sufren “a menudo de depresión, de ansiedad, o un rechazo social que causa un estrés importante”.

Por ello, Puig indica que existe una “gran demanda” de psicólogos por parte de los pacientes con psoriasis, pero por el contrario está “poco cubierta”.

El dermatólogo ha explicado que esto se asocia a la carencia de psicólogos clínicos asociados a los departamentos de dermatología en España. “Contamos con nuestro hospital y con otra psicóloga en Gran Canaria”, ha concluido.


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