CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 18 de mayo de 2018 h |

La OMS incluyó hace poco a la “enfermedad X” (disease X) en su listado de patógenos infecciosos que representan la mayor amenaza para la salud global por su potencial epidémico. Se trataría de una bacteria o un virus que puede surgir en cualquier momento y causar una infección mundial generalizada.

José Ramón Arribas, especialista en Enfermedades Infecciosas en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Paz, abordará esta amenaza, así como las nuevas infecciones emergentes durante el XXII Congreso de la Seimc.

Como señala, actualmente el mayor motivo de preocupación es una pandemia de gripe. “Todos los expertos piensan que se producirá en esta generación”, asegura, ya que es una de las enfermedades con mayor capacidad para producir un gran impacto mundial. Junto a la gripe, la OMS continúa sumando nuevas enfermedades emergentes. Crimean-Congo Hemorrhagic Fever (CCHF); Ebola Viral Disease and Marburg Viral Disease; Lassa Fever; Middle East respiratory syndrome coronavirus (MERS-CoV) and Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS); Nipah and henipaviral diseases; Rift Valley Fever (RVF); Zika; y por último, Disease X.

“Hay que recordar que en 2016 se diagnosticaron los primeros casos autóctonos de Fiebre Hemorrágica de Crimea Congo en España. Es importante también resaltar que la próxima epidemia puede estar causada por un virus que aún desconocemos. Eso es lo que ha querido decir la OMS con enfermedad X”, adelanta Arribas.

En todo este escenario, ¿estamos preparados para hacerle frente? A su juicio, la preparación es incompleta, ya que no hay una coordinación mundial para una nueva epidemia. “Por ejemplo, no hay planes de contingencia para una pandemia de gripe. Esta coordinación requeriría el mismo tipo de esfuerzo que el que se dedica en la preparación para una conflagración militar”.

En su opinión, la OMS lo intenta pero no tiene los recursos necesarios. Sin embargo sí existen iniciativas que pueden permitir estar mejor preparados. Arribas comenta que existen dos programas de detección de nuevos virus: Predict y Global Virome Project. Además la coalición CEPI prepara plataformas para desarrollar vacunas en un tiempo récord incluso frente a patógenos que aún no se desconocen.

Otro aspecto estratégico es mejorar la capacidad para diagnosticar sobre el terreno en áreas con muy pocos recursos. “Esta es la base de la vigilancia frente a nuevas epidemias”, apunta. Gracias a los avances en microbiología molecular se tendrán pruebas muy sencillas para diagnóstico rápido. En este sentido, Arribas remarca la importancia del concepto “One Health”.

Otra estrategia para contener los primeros casos de estas epidemias es la creación de unidades de aislamiento de alto nivel que permitan atender a estos pacientes a la vez que se garantiza la seguridad de los trabajadores y se impide la diseminación de estos patógenos a la comunidad. “España en 2014 no tenía ninguna de estas unidades. En el momento actual hay siete distribuidas por todo el territorio”, acota el infectólogo.

El papel de las vacunas

En todo este escenario, las vacunas juegan un papel crítico. El “santo grial” de la preparación frente a una pandemia de gripe sería contar con una vacuna de gripe universal. “El disponer de una vacuna frente al Ebola hace que estemos mejor preparados para afrontar los nuevos brotes, como el actual del República Democrática del Congo”, asegura.

Con todo, lo cierto es que España debe mirar a otros países como Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, cuya preparación está siendo óptima, si bien España todavía no dedica el “suficiente esfuerzo” para despejar esta ecuación.