“En oncología el denominador es una escasa financiación para la investigación y la innovación”

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Luis Paz-Ares acaba de asumir la presidencia de Aseica. Lo hace con ilusión y con el objetivo de seguir la misma senda que emprendieron sus predecesores, Carlos Camps y Xosé Bustelo. Una prioridad: “atraer una investigación más fructífera para resolver los problemas de los pacientes con cáncer”.

Pregunta. Nueva etapa al frente de Aseica, ¿Cómo se plantea?

R. El objetivo seguirá siendo fomentar una mayor investigación; defender a los investigadores; impulsar la financiación, ya que hemos visto una pérdida clara de financiación en los últimos 10 años.

La convocatoria del Plan de I+D del Ministerio hay ya un retraso de ocho meses en la financiación. Creemos que tenemos que dar una solución a la generación perdida de investigadores. Para un investigador de 30 a 45 años es francamente difícil formar su grupo a día de hoy. Existe mucha dificultad para encontrar posiciones y para encontrar financiación para empezar con su proyecto profesional, a pesar de que sean muy buenos. Tenemos que tratar de atraer investigadores que han estado años en el extranjero fomentando expertos concretos, que nos puede ser de mucha utilidad. No hay que perder de vista la investigación clínica académica. En este país estamos muy reconocidos por nuestra investigación clínica en colaboración con la industria farmacéutica. Es una pena que este know how no se traduzca en proyectos de investigación con poco interés comercial pero sí con mucho interés para los pacientes.

P. ¿Cuáles son los ejes principales de los próximos años para ASEICA?

R. El trabajo en equipo marcará la ruta para los próximos años. Afortunadamente, Aseica cuenta con unas áreas concretas con actividades muy definidas por áreas: Aseica Mujer, Aseica Joven, Aseica Responde. Además, la sociedad científica está preparando otras nuevas áreas. Una de ellas, dirigida esencialmente a atraer aquellos investigadores clínicos en cáncer: oncólogos, patólogos, especialistas en digestivo, radioterapia, etc. que quieran unir fuerzas con investigadores de un ámbito más traslacional. Del mismo modo, atraer a los médicos más jóvenes, residentes, adjuntos junior de los hospitales con interés en la investigación académica es otro de los pilares.

P. No nos podemos olvidar de la pandemia… ¿Cómo ha afectado a la investigación en oncología?

R. Realmente la pandemia ha tenido un impacto importante. Algunas cifras. En nuestro departamento clínico hemos tenido meses donde la investigación de ensayos clínicos ha caído por debajo del 50 por ciento. Particularmente, la llegada de pacientes, es decir, el acceso de pacientes de áreas distantes de Madrid ha caído en algunos casos por encima del 75 por ciento. Los proyectos de investigación más experimentales también han tenido una penalización importante. No hemos podido hacer muchos experimentos animales, o al menos, el mismo volumen que hubiéramos hecho en condiciones normales. Todavía, a día de hoy, sufrimos las restricciones de entrada del personal a los laboratorios. Hemos tratado de mitigarlo prolongando las horas hábiles; haciendo turnos de mañana y de tarde; tratando de que la gente teletrabaje uno o dos días a la semana y vaya el resto de días a los laboratorios. Francamente ha tenido impacto.

P. ¿Cuál es el mapa actual de España teniendo en cuenta esta situación?

R. El común denominador es una escasa financiación para la investigación y la innovación. Estamos tratando de conseguir una inversión del 2 por ciento del PIB en I+D+i. Sin embargo, hay muchos países de nuestro entorno que sobrepasan el 3 por ciento. Estamos todavía reclamando llegar al 2 por ciento, porque estamos en la mitad. Este es el común denominador de todos los problemas de la investigación académica, de la clínica no comercial, y de la ausencia de una carrera investigadora para aquellos investigadores que están empezando… Además, es la consecuencia de no tener consorcios de investigación en red bien presupuestados. Hacemos el consorcio, hacemos un dibujo virtual pero la financiación de estas redes es francamente escasa.

P. Europa trabaja en un gran Plan contra el Cáncer… En España, los oncólogos lo seguís reclamando… ¿Bajo qué ejes se debería vertebrar?

R. La Misión Cáncer, que es uno de los pilares de la investigación europea, es algo en lo que tenemos que apostar. Afortunadamente, y en concreto en el área de cáncer, en los últimos años hemos demostrado que los investigadores españoles somos bastante competitivos a la hora de ir a competir por dinero con otros centros e investigadores del resto de Europa y tenemos que seguir haciéndolo de manera eficiente. Es una pena de hecho que en el Board de la Misión Cáncer no tengamos ningún representante español, probablemente injusto para el valor de la investigación en cáncer de nuestro país. No tenemos que perder estas oportunidades. Es necesario alinear las políticas gubernamentales con estas europeas y que nos permitan acceder con las mejores condiciones a estos planes.

P. Está claro que la pandemia ha eclipsado los avances y retos en oncología… La medicina de precisión sigue imparable, ¿Qué novedades llegarán y conoceremos en 2021?

R. Ojalá lleguen muchas cosas. Cada vez conocemos mejor las vulnerabilidades de los tumores y seguro que van a surgir algunos tratamientos para subtipos concretos de tumores que nos permitan tratar muy individualizadamente estos tumores concretos. Estamos avanzando también con diferentes modalidades de inmunoterapia. Es difícil, a día de hoy, decir cuál va a ser la que nos dará más frutos, ya tenemos dos o tres clases de fármacos con eficacia en muchos tumores sólidos. Tenemos al menos 30 ó 40 nuevas estrategias de inmunoterapia que están siendo testadas. En el campo de la investigación más traslacional creo que hay dos promesas claras hacia el futuro: nuevas modalidades de inmunoterapia, y nuevas modalidades de tratamiento basadas en estrategias de degradación de señales pro-oncogénicas.  También son muy importantes las promesas en el campo de los biomarcadores, particularmente, para el diagnóstico precoz de muchas enfermedades como por ejemplo el cáncer de pulmón.