Para Carlos Camps, jefe del Servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Valencia, en cáncer de pulmón existen en la actualidad varias dianas y posibilidades terapéuticas. Muchas de ellas en proceso de aprobación, otras todavía en investigación pero, en definitiva, diferentes fórmulas para aproximar las terapias. En este sentido, “¿explicaría la biopsia líquida los resultados en cáncer de pulmón?”, para Camps la respuesta es clara: Sí.

Carlos Camps.

Así lo demostró durante su ponencia durante el VI Simposio Biopsia Líquida. El oncólogo recordó cómo ha evolucionado este tumor en términos de supervivencia, aunque el reto siga siendo conocer los nuevos mecanismos de resistencia, entre otras cuestiones. “Las nuevas dianas han posibilidad que un subrogado como es el PFS (supervivencia libre de progresión) esté aumentando”.

Su implementación en práctica clínica

Actualmente, como destacó Camps, en pulmón existen grandes dificultades para encontrar suficiente material biológico para hacer este seguimiento. “Quizás hay muchas alteraciones nuevas que aparecen en la enfermedad que hacen que una biopsia inicial no sea suficiente para explicar lo que le pasa al paciente”.

“En este sentido, son necesarias técnicas alternativas como la biopsia líquida”. Llegados a este punto, Camps expuso los controles que se requieren para implementar en la práctica clínica. Una tarea que “requiere de mucho tiempo”; además de unos análisis y ensayos clínicos y de una perspectiva temporal.

Las guías

Hace ya tres años tanto NCCN como ASCO ponían el foco en esta técnica como una necesidad. Desde entonces a esta parte, muchas han sido las publicaciones que han comparado los resultados de la biopsia líquida con el tejido. “Tenemos grandes seguridades de la fiabilidad de la biopsia líquida, no solo para resistencias sino en el propio diagnóstico inicial de la enfermedad”.

Como apuntó este experto, la sangre muestra grandes ventajas no sobre el tejido, sino grandes ventajas porque permite acompañar al tejido y en ocasiones suplementarlo. Toda la rapidez y sensibilidad que aporta ofrece una herramienta que, según sus palabras, es un tesoro en manos de la oncología.

La experiencia

Carlos Camps adelantó la experiencia que en la Comunidad Valenciana tienen con esta técnica. Así, en 2018 implementaron la biopsia líquida y las NGS en la autocartera de servicios del Hospital General de Valencia. “Hicimos un protocolo y ofrecimos crear una red de hospitales en la comunidad valenciana”. En total, e inmersos en la pandemia, pudieron analizar 187 pacientes; como diagnóstico inicial fueron 106 y en progresión a TKIs el resto. Así, en el 45 por ciento de los pacientes encontraron una alteración potencialmente accionable según niveles OncoKB, es decir, una alteración potencialmente tratable.

Pero para llevar a cabo este engranaje es necesario contar “con una red de centros que te puedan administrar las muestras biológicas; poner en marcha un comité molecular donde los casos se presenten y exista una decisión”. Se trata, dijo Camps, de un comité multidisciplinar con patólogos, radiólogos, biólogos… donde se extraen los múltiples beneficios de la aproximación de esta técnica diagnóstica de los pacientes.

Con todo, la biopsia líquida en estadios avanzados es “una herramienta de mucha utilidad y se debe utilizar en cáncer de pulmón de forma rutinaria”. En su opinión, son necesarios más esfuerzos en el proceso de la armonización de la validación clínica para asegurar la utilidad en diferentes áreas y llegar así a su plena expansión.