La terapia de células CAR-T (Chimeric Antigen Receptor T-Cell o receptor de antígeno quimérico de células T) han cambiado el paradigma del tratamiento en cánceres hematológicos refractarios.  Ahora, los científicos del Memorial Sloan Kettering están investigando la aplicación de las CAR-T contra otras enfermedades, incluidas las causadas por la senescencia, como la enfermedad hepática fibrótica, la aterosclerosis y la diabetes.

La clave del éxito de la terapia con células CAR-T ha sido dar con la diana. Por ejemplo, las primeras células CAR-T aprobadas están dirigidas contra la proteína CD19, presente en las células cancerosas pero en pocas células normales, por lo que los efectos secundarios son limitados.

Siguiendo el ejemplo de esta línea de investigación, un equipo de investigadores buscaron identificar una diana en las células senescentes. Estas células ya no se dividen, pero envían activamente señales de “ayuda” al sistema inmunitario.

“La senescencia es una espada de doble filo”, explica Scott Lowe, presidente del Programa de Biología y Genética del Cáncer en el Instituto Sloan Kettering, uno de los autores del nuevo articulo publicado en en Nature. “Las células en este estado juegan un papel importante en la curación de heridas y la disuasión del cáncer. Pero si permanecen por mucho tiempo, pueden causar inflamación crónica, que en sí misma es la causa de muchas enfermedades. Encontrar una manera de eliminar estas células de manera segura sería importante avance terapéutico en el tratamiento de estas enfermedades”, añade.

uPAR

Al comparar las moléculas en la superficie de las células senescentes con otros tipos de células, los científicos de MSK pudieron identificar una molécula, el receptor activador del plasminógeno de la uroquinasa (uPAR), que se enriquece en estas células y está ausente en otras.

Luego, diseñaron las células CAR-T que reconocen uPAR y las probaron en varios modelos diferentes de ratones de enfermedades relacionadas con la senescencia, incluidos el cáncer y la fibrosis hepática

Las células diseñadas eliminaron con éxito las células senescentes de dos modelos diferentes de ratones de fibrosis hepática. Además, mejoraron la supervivencia en modelos de ratón de cáncer de pulmón cuando se administraron junto con medicamentos que previamente se demostró que inducen la senescencia en este tipo de cáncer.

El siguiente paso del equipo será determinar si las células CAR-T dirigidas por uPAR pueden combatir eficazmente otras enfermedades relacionadas con la senescencia, incluidas la aterosclerosis, la diabetes y la osteoartritis. Eventualmente, esperan desarrollar las células para uso clínico en pacientes.

“Este estudio demuestra que la ingeniería de células T y la terapia CAR pueden ser efectivas más allá de la inmunoterapia contra el cáncer”, explica Michel Sadelain, director del Centro de Ingeniería Celular en MSK. “Creemos que este enfoque tiene el potencial de abordar una serie de enfermedades relacionadas con la senescencia para las cuales se necesitan urgentemente nuevos tratamientos”, puntualiza Lowe.