La determinación dual de los biomarcadores p16 y VPH-ADN confirma que realmente el virus del papiloma humano es la causa etiológica del carcinoma escamoso de este subgrupo de pacientes con cáncer de orofaringe. Así lo desvelan los resultados del ensayo internacional EPIC-OPC, presentados en la Sesión Plenaria del Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica SEOM2020, que se está celebrando en formato virtual. Por tanto, los pacientes con ambos biomarcadores positivos podrán ser catalogados y estadificados de una manera más adecuada.  

“La investigación surge hace años, de un trabajo que fue parte de mi tesis doctoral. Entonces comprobamos que, en la población española, la expresión de p16 determinada por inmunohistoquímica, que se utilizaba de manera rutinaria para determinar la asociación al virus del papiloma en los pacientes con cáncer de orofaringe era insuficiente”, ha explicado la oncóloga médica del Hospital Duran i Reynals (ICO-Hospitalet), en Barcelona, Miren Taberna.

El P 16 es un biomarcarcador subrogado del VPH, pero un un biomarcador directo. Por este motivo, al determinar si realmente estaba presente el virus del papiloma humano, utilizando un biomarcador directo del virus (detección del ADN del VPH), se demostraba que en un porcentaje de pacientes existía una sobreexpresión de p16 sin estar asociados  al virus, lo que conllevaba a una mala clasificación de los mismos.

“Nos planteamos si los pacientes con p16 positiva presentaban un pronóstico diferente de aquellos pacientes en los el tumor sí estaba relacionado etiológicamente con el virus”

La oncóloga médica del Hospital Duran i Reynals (ICO-Hospitalet), en Barcelona,
Miren Taberna

La investigación demostró que los pacientes con mejor pronóstico eran aquellos con que presentaban una postividad dual (p16 y DNA del virus positiva). Por su parte, los pacientes con p16 positivo pero negativos para el virus del papiloma humano “se comportaban más como los tumores no relacionados con el virus del papiloma humano”.

Estudio académico internacional

“Pusimos en marcha el consorcio internacional EPIC-OPC Study, en el que se ha hecho este mismo trabajo pero se han incluido 13 instituciones diferentes de nueve países distintos”, ha detallado Taberna. La experta ha señalado además que estos 13 hospitales han aportado los datos desagregados de las cohortes de los pacientes en los que se había realizado la determinación tanto de p16 como la del virus del papiloma humano mediante DNA. “En nuestro centro, hemos analizado todos los datos en conjunto”, sostiene.

“Estudiamos datos de 7.700 pacientes y hemos confirmado que, para poder determinar la asociación de los pacientes de orofaringe al virus del papiloma humano, es más adecuado realizar una doble determinación de p16 y HPV-DNA que la determinación aislada del p16”

La oncóloga médica del Hospital Duran i Reynals (ICO-Hospitalet), en Barcelona,
Miren Taberna

El estudio ofrece además dos mensajes clave. El primero es que hay una gran variabilidad geográfica para el porcentaje de pacientes que tienen la determinación discordante, es decir p16 negativo y HPV-DNA positivo. Así, en aquellos países con una mayor asociación entre cáncer de orofaringe y virrus papiloma humano, el número de casos discordantes es menor. Este ejemplo ocurre en Canadá, donde el 70% de casos de cáncer de orofaringe se asocia alvirus y el número de casos discordantes  es del 3%.

En cambio, en países como España dónde en el momento del estudio alrededor del 10 por ciento de los cánceres de orofaringe estaban relacionados con el virus, el número de casos discordantes es mucho mayor, llegando a un 29 por ciento. 

El motivo es que, en España, sigue habiendo factores etiológicos clásicos como el consumo de tabaco y alcohol, por lo que el número de tumores de orofaringe asociados con el virus del papiloma humano es menor.

Estadificados de manera errónea 

En la actualidad, la clasificación TNM para el cáncer de orofaringe asociado al VPH, basa la asociación al virus sólo en la determinación del p16. “Además hay ensayos clínicos para pacientes afectos de este tipo de tumores que intentan disminuir la intensidad de dosis de los tratamientos y que basan la asociación al VPH en la determinación exclusiva del p16″. Siguiendo los datos del estudio, Taberna afirma que “determinando de manera exclusiva la p16, el 11 por ciento de los pacientes de manera global, están incluidos de manera errónea en los sistemas de estadificación (TNM) y en los estudios clínicos”

Por otro lado, la experta destaca que “en la serie de 7.700 pacientes se ha vuelto a confirmar que el pronóstico de los pacientes que tienen los dos biomarcadores positivos es mucho mayor tanto en supervivencia global, como en supervivencia libre de progresión”.

Además, la oncológa el riesgo de morir por un tumor asociado al papiloma es mucho menor en los pacientes con p16 positivo y HPV-DNA positivo, en comparación con aquellos con los dos biomarcadores negativos. 

El mensaje que la experta lanza a la comunidad científica es que “para determinar si realmente un paciente tiene un carcinoma escamoso de orofaringe asociado al virus del papiloma humano, el mejor algoritmo diagnóstico a la hora de buscar esta asociación es determinar la p16”. En aquellos casos que sean positivos, es necesario confirmarlo con la determinación del DNA del virus del papiloma humano, para asegurar que esta es la causa etiológica que está produciendo este tumor. Y, como consecuencia, “estos pacientes van a tener mucho mejor pronóstico que el resto de pacientes y se han de catalogar y estadificar con los sistemas adecuados”, ha concluido.


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