| jueves, 19 de abril de 2018 h |

El traumatólogo y director médico de iQtra Medicina Avanzada, Ángel Villamor, confirma los beneficios de la impresión 3D en las intervenciones quirúrgicas de sus casos más complejos al haber comprobado que esta nueva tecnología aporta mayor precisión, elimina improvisación y acelera la recuperación del paciente: “El poder tener una reproducción en poliamida de la región del paciente que voy a intervenir y poder operarla el día antes, o incluso el poder diseñar y confeccionar instrumental personalizado o adaptado a la anatomía del paciente para usarlo en quirófano nos permite ser más precisos en gestos importantes y eso repercute sin duda en el resultado de la intervención”.

En España se realizan cada año unas 30.000 intervenciones de reemplazo de cadera y cerca de 45.000 de rodilla. Nueve de cada diez de estas intervenciones se programan para corregir los efectos de la artrosis. Esa degeneración del cartílago puede deberse al envejecimiento, pero también a secuelas en accidentes, traumatismos, malformaciones congénitas o enfermedades de la infancia. En muchos de estos casos, en los que la articulación puede estar deformada o alterada, la colocación de la prótesis exige la máxima precisión para un resultado quirúrgico y una recuperación óptimos del paciente.

Con la impresión en 3D de las regiones óseas del paciente, Villamor ha conseguido mejorar los resultados: “Se trata de cirugías de reconstrucción muy complejas y únicas, que exigen gran precisión y que hasta ahora hacíamos casi sin mediciones ni referencias anatómicas, de un modo artesanal o intuitivo”, explica el doctor Villamor, que añade que “gracias a esta nueva tecnología podemos tener en nuestras manos una reproducción en modelo 3D tanto de la región afectada como de la imagen simétrica de la zona contraria sana, lo que nos sirve de modelo único para reconstruir la anatomía original de la región afecta. Ello nos permite planificar y realizar la cirugía precisión milimétrica con la que poder devolver a la lesión la forma anatómica y funcional que tenía previa al accidente”.

La precisión es la clave de esta tecnología de impresión tridimensional. Además, la impresión 3D permite la fabricación de biorréplicas prequirúrgicas que ayudan al cirujano a planificar mejor la intervención, según la experiencia de Ángel Villamor: “Para el cirujano resulta muy valioso -con el programa informático y sobre el modelo tridimensional del hueso del paciente poder diseñar guías para hacer los cortes, perforaciones o colocación de prótesis, en un material que podemos esterilizar para usar el día de la cirugía, y que -apoyados en el hueso del paciente- nos dirijan las sierras o las fresas o los taladros para guiar cada uno de estos gestos con la mayor exactitud y precisión imaginadas”, explica el doctor.

Los resultados son especialmente beneficiosos para el paciente: mayor precisión en los gestos quirúrgicos, menos tiempo de intervención, lo que supone menos riesgos de complicaciones en quirófano, y menos tiempo también de recuperación y postoperatorio. El cirujano ortopédico dedica más tiempo a la planificación preoperatoria y gana en precisión, lo que sin duda supone una ventaja enorme para el paciente y su recuperación que es el principal objetivo.