El último dato publicado sobre nuevas infecciones por VIH en España, correspondiente a 2018, arroja una cifra de más de 3.000 personas. Esto lleva a que en territorio nacional lleguemos a las 160.000 que viven hoy en día con este virus, de las cuales el 25.000 lo desconoce. A pesar de estos datos, la llegada de la triple terapia hace más de 20 años supuso una auténtica transformación para una enfermedad que ha pasado de ser mortal a manejable. Con este escenario, Gilead ha planteado cuál es el siguiente paso de cara a iniciar una nueva etapa en el abordaje de VIH.

El horizonte al que se mira tiene que ver con la mejora de la calidad de vida de una patología crónica. Con el objetivo de afrontar esta nueva realidad se erige MoVIHmiento RET, un proyecto multidisciplinar que busca redefinir los parámetros con los que se valora la enfermedad, evaluando los resultados de los tratamientos antirretrovirales. “Pretendemos trabajar con todos los agentes implicados en el tratamiento cuales son estas variables más allá del puro control biológico, siempre con el paciente en el centro del tratamiento”, ha explicado Amaya Echevarría, Executive Director de la Unidad de Negocio de VIH en España.

Rumbo al cuarto 90

La necesidad de entender el éxito terapéutico desde un nuevo prisma viene acompañada de la idea de alcanzar el cuarto 90; es decir, focalizado en esta mejora de la calidad de vida de los pacientes. Todo después de haber conseguido los otros tres, referidos a un 90 por ciento de personas diagnosticadas; 90 por ciento de personas de personas en tratamiento; y 90 por ciento de personas en tratamiento que obtengan respuesta.

Gilead presenta su proyecto MoVIHmiento RET ante los medios.

Para lograr este objetivo, tal y como ha reflejado María José Fuster, de SEISIDA, intervienen una serie de factores sociales. “Si bien en indicadores como la salud física, nivel de independencia o salud del ambiente puntuamos mejor, en otros aspecto como el psicológica o el espiritual/existencial puntuamos peor”, reveló. Asimismo, indicó otros factores a mejorar como el económico o la satisfacción sexual, además del sueño y  el descanso o la capacidad de concentración.

Un proyecto de tres patas

Según Josep María Llibre, del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, este proyecto se sustenta sobre tres patas. La primera de ellas, una encuesta transversal junto a SEISIDA, buscará conocer la opinión de la comunidad médica y los pacientes con VIH sobre las características del tratamiento antirretroviral y su relación con las diferentes variables de la salud. La idea así es ir más allá de los antiguos estándares, encorsetados en la supresión viral, resistencias y toxicidad.

La segunda tiene que ver con los criterios médicos. Se deben definir así los elementos que hay que considerar para poder reevaluar el éxito terapéutico y avanzar hacia un estándar más exigente con avances del TAR, estudiándolos y discutiendo sobre ellos de forma extensa y rigurosa.

La última de estas patas viene a incorporar en todo el proceso a otros agentes como los farmacéuticos hospitalarios, de cara a obtener la visión de otros puntos relevantes de la enfermedad, como por ejemplo, la adherencia.