La Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) ha publicado el Informe especial de la ASCO: Una guía para la prestación de atención del cáncer durante la pandemia COVID-19. Este manual proporciona orientación detallada sobre las prácticas de oncología y a corto plazo podría tomarse para ayudar a proteger la seguridad de los pacientes y el personal de atención médica antes de reanudar más operaciones de atención de rutina durante la crisis de salud pública de la Covid-19.

Está claro que estas crisis ha precisado de una transformación asistencial a todos los niveles, no solo en Europa, como asegura ASCO, Estados Unidos está inmersa en un abordaje asistencial restringido que también ha implicado una adecuación de los recursos existentes. Ahora que las regiones y los estados están comenzando a aliviar gradualmente las restricciones, la oncología mundial está analizando cómo restaurar de manera segura el acceso de los pacientes al diagnóstico, tratamiento y el resto de servicios indispensables en el abordaje del cáncer.

Un nuevo marco

 “Como oncólogos, no queremos nada más que brindar atención de cáncer de la más alta calidad a todos y cada uno de los pacientes”, asegura el presidente de ASCO Howard A. Skip Burris III. “Si bien el movimiento para reanudar los procedimientos será lento y constante. Esperamos que este informe brinde a las prácticas oncológicas la orientación que necesitan para determinar cuándo y cómo volver a una ‘nueva normalidad’ a medida que el impacto de la pandemia comienza a disminuir”.

De esta manera, el informe de ASCO resume una serie de estrategias desarrolladas por los centros oncológicos y proporciona algunas guías para la gestión de esta vuelta a la nueva normalidad.

Una de las premisas que recoge este informe es la planificación de la desescalada. Como apuntan los autores, desarrollar un plan de este tipo para reconducir la atención de estos pacientes se alza como fundamental.

Antes de la llegada del paciente a consulta…

En primer lugar, la programación de citas se convertirá en algo primordial en este proceso. “Si el paciente desarrolla síntomas, la consulta será reprogramada”, recuerdan los expertos. Asimismo, informar a los pacientes de la necesidad de la mascarilla y la protección individual también será primordial. “Comuníquese con el paciente 28-72 horas antes de la cita para detectar síntomas”. No olvidar, asegura ASCO, que si existen otros síntomas parecidos a la gripe se deben detectar para utilizar protocolos de clasificación que determinen si es necesaria o no la consulta. “Si los síntomas empeoran y el paciente puede ser manejado desde su hogar, se le debe indicar para que se comunique con su médico de atención primaria”.

En la consulta…

La sociedad americana propone facilitar la entrada de los pacientes al centro a través de un mismo punto. “Si hay varios accesos, la detección debe ocurrir en otras entradas. No se deben permitir visitas, a menos que un paciente requiera acompañamiento debido a las necesidades específicas”. Además, proponen establecer estaciones de triaje fuera de la instalación, con distancia social y física para examinar a pacientes y visitantes.

Paciente con resultado positivo…

Asimismo, los expertos recomiendan que cuando un paciente oncológico presenta un resultado positivo, el personal debe activar el protocolo para el manejo inmediato, incluida la notificación de control de infección apropiado. Estos pacientes deberán estar acompañados en un área de aislamiento designada. El profesional debe “revistar y determinar” la prestación de atención. “Los pacientes deben ser evaluados de forma individual”.

En el caso de que se proponga una prueba viral, el tratamiento del cáncer debe retrasarse hasta que el resultado esté disponible. “En el caso de un resultado positivo, el oncólogo en la consulta debe determinar los próximos pasos”.

Criterios COVID positivos para servicios de infusión

“La atención para pacientes con Covid-19 positivo debe retrasarse por un mínimo de 14 días desde el inicio de los síntomas”, aseguran los expertos.

En este sentido, el paciente debe estar libre de síntomas (incluso sin fiebre sin el uso de medicamentos para reducir la fiebre) y mejorar durante un mínimo de 72 horas antes de recibir una infusión.

Tras esto, el protocolo establece que haya dos pruebas negativas frente al virus, con un mínimo de 24 horas de diferencias.

Protocolo con las pruebas

Actualmente existen tres tipos de pruebas de detección de la Covid-19: las de amplificación de ácido nucleico para ARN viral; las pruebas de antígeno para detección rápida; o las prueas de anticuerpos.

De este modo, los autores advierten que en este tipo de pacientes son recomendables las pruebas de ARN. En el caso de que se realicen pruebas rápidas de antígeno para pacientes sintomáticos, si el resultado es negativo, estos pacientes deben volver a analizarse a través de una prueba de ARN.

En cuanto a las prioridades en las pruebas, ASCO propone en primer lugar a los pacientes hospitalizados con síntomas. Asimismo, los residentes sintomáticos de centros de atención a largo plazo u otros entornos de vida colectiva, incluyendo prisiones. La siguiente prioridad sería las personas que registran síntomas del virus; los pacientes asintomáticos antes de recibir la terapia inmunosupresora; y los individuos asintomáticos priorizados por los departamentos de salud o clínicos, para cualquier motivo, que incluye, entre otros: monitorización,  vigilancia centinela o detección de acuerdo con los planes estatales y locales.

Procesos para la detección previa de pacientes asintomáticos con cáncer

En este apartado, ASCO realiza la distribución dependiendo de la disponibilidad de suministros de prueba y la capacidad de laboratorio.

  • Nuevos pacientes que recibirán quimioterapia citotóxica, trasplante de células madre, acción prolongada la terapia biológica, la inmunoterapia celular o los corticosteroides en dosis altas deben analizarse 48 a 72 horas antes del inicio de la terapia.
  • Durante el tratamiento, todos los pacientes deben ser examinados 48 a 72 horas antes de cada nuevo ciclo de terapia. La evaluación debe incluir la administración de un cuestionario estandarizado sobre síntomas y posible exposición.
  • En función de los resultados de la detección, las prácticas de oncología deben evaluar a cualquier paciente identificado con riesgo potencial de exposición, síntomas respiratorios y / u otros dos síntomas.
  • Si es posible, las pruebas deben realizarse en un sitio que no sea el centro de atención del cáncer. Pruebas en el centro de atención del cáncer debe limitarse a pacientes identificados como sintomáticos o en riesgo después de Llegada a la clínica.
  • Como se indicó anteriormente, todos los pacientes deben ser examinados a su llegada a la instalación, para determinar si ha habido un cambio en el estado y / o la necesidad de realizar pruebas o volver a realizar las pruebas.

Con todo, ASCO señala que este documento no es una revisión sistemática de la evidencia y no debe complementar ni reemplazar los planes u orientaciones institucionales, locales, regionales o nacionales aplicables.