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J. R-T. Madrid | viernes, 07 de junio de 2019 h |

Una de las novedades que ha certificado ASCO es una buena noticia para aquellos pacientes con cáncer colorrectal con metástasis hepática. Hasta ahora para la extirpación de este tumor se prefería la cirugía abierta por las dudas que tenían los profesionales sobre la efectividad de la laparoscópica. Pues bien, estas reticencias han sido desterradas tras la presentación del estudio OSLO-COMET en el prestigioso congreso estadounidense. “Tras muchos años de mejoras en la cirugía laparoscópica ahora tenemos resultados que muestran que la supervivencia es tan buena como con la cirugía abierta y la morbilidad es menor, por lo que esperamos que esto provoque un cambio”, dijo el principal autor del estudio, Åsmund Avdem Fretland, cirujano del Centro de Intervención y del Departamento de Cirugía en el Hospital Universitario de Oslo.

La cirugía laparoscópica es una técnica mínimamente invasiva. En una cirugía abierta más convencional, se hace una sola incisión, de una longitud de 12,5 centímetros o más, para acceder al abdomen. Sin embargo, la cirugía laparoscópica usa varias incisiones de un alrededor de medio centímetro. En una incisión, se utiliza un laparoscopio para enviar imágenes de la cavidad abdominal a un monitor, de modo que el cirujano puede usar herramientas insertadas a través de las otras incisiones para realizar la operación.

Desde febrero de 2012 hasta enero de 2016, los investigadores asignaron al azar a 280 pacientes con cáncer colorrectal con metástasis hepáticas a cirugía laparoscópica o cirugía abierta. Las operaciones se realizaron con una técnica de preservación del hígado, lo que significa que los cirujanos extirparon solo los tumores y una cantidad mínima de tejido hepático circundante. 133 personas recibieron cirugía laparoscópica, mientras que 147 personas se sometieron a cirugía abierta. Alrededor de la mitad de los pacientes recibieron quimioterapia antes o después de su cirugía, siguiendo las pautas noruegas.

Las personas que se sometieron al procedimiento por vía laparoscópica vivieron una mediana de 80 meses después de la cirugía, en comparación con los 81 meses de los pacientes que se sometieron a cirugía abierta. Además, para las personas que se sometieron a un procedimiento laparoscópico, la supervivencia media sin recurrencia fue de 19 meses, en comparación con los 16 meses de los que se sometieron a cirugía abierta.

En la misma línea, los pacientes informaron de una mejor calidad de vida relacionada con la salud después de la laparoscopia, que también tuvo menos complicaciones postoperatorias. Asimismo, los investigadores encontraron que los costes económicos para cada tipo de cirugía eran comparables.


Asmund Avdem:
“Tenemos resultados que muestran que la supervivencia es buena en ambos casos”