Tras 30 años sin avances en cáncer de pulmón microcítico (CPM), los resultados obtenidos en diferentes ensayos clínicos con la combinación entre inmunoterapia y quimioterapia han llevado a la actualización de las guías de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) sobre el CPM.


Tal y como recuerda Santiago Ponce, oncólogo médico del Hospital Universitario 12 de Octubre, durante su participación en múltiples ensayos clínicos, “hemos probado muchas estrategias terapéuticas; anticuerpos monoclonales, nuevas vías, fármacos… y desafortunadamente hemos tenido una constante de estudios negativos que no mejorábamos en absoluto los datos de la quimioterapia clásica para este esquema”.

A lo largo de los últimos 30 años, los avances principales se habían obtenido en la enfermedad limitada con la combinación de quimioterapia, básicamente platino-etoposido y el uso concurrente y precoz de la radioterapia torácica seguido de irradiación profiláctica craneal en los pacientes que no progresaban. Con esta estrategia se ha conseguido una supervivencia mediana de 15 a 20 meses y una supervivencia a los 5 años del 10 – 20 por ciento.

Desde 2007 no se había aprobado ningún fármaco (topotecan) hasta agosto de 2018 en que la FDA aprobó el uso de nivolumab en tercera línea.

Hacía el estándar de tratamiento

Manuel Dómine Gómez, jefe de la Unidad de Tumores torácicos y Ensayos Clínicos de Cáncer de Pulmón en la Fundación Jiménez Diaz, explica la importancia de la reciente publicación en las guías SEOM, que no se habían actualizado en CPM desde el año 2013. “La principales novedades han llegado en la enfermedad extendida donde el uso en primera línea de la combinación de platino (carboplatino o cisplatino) – etoposido con un anticuerpo anti PD-L1 ha mostrado un impacto significativo en la supervivencia de los pacientes”, subraya el especialista. La combinación de quimioterapia e inmunoterapia actualmente constituye el tratamiento estándar de primera línea en la enfermedad extendida.

El gran avance se alcanzó con la aprobación por parte de la FDA en marzo de 2019 de la combinación de atezolizumab más quimioterapia como tratamiento de primera línea y posteriormente en marzo de 2020 de la combinación de durvalumab más quimioterapia.

Desde 2007 no se había aprobado ningún fármaco (topotecan) hasta agosto de 2018 en que la FDA aprobó el uso de nivolumab en tercera línea. El gran avance se alcanzó con la aprobación por parte de la FDA en marzo de 2019 de la combinación de atezolizumab más quimioterapia como tratamiento de primera línea y posteriormente en marzo de 2020 de la combinación de durvalumab más quimioterapia. Asimismo, en Junio de 2019 se aprobó el uso de pembrolizumab como tratamiento de tercera línea.

“Por primera vez tenemos pacientes que se benefician de una estrategia distinta a la quimioterapia y que se ha confirmado en diferentes ensayos clínicos. Esta estrategia de combinar un anti-PDL1 con quimioterapia se ha comprobado en estudios con atezolizubam y con durvalumab”, expone Ponce.

Otra de las novedades publicadas en la actualización de las guías de SEOM, es en pacientes que han progresado a una primera línea después de tres meses desde la última dosis de platino (enfermedad sensible). “En esta situación, el tratamiento más indicado sería la reinducción con platino-etoposido, en guías anteriores el intervalo era de seis meses”, añade Dómine Gómez .

EL CPM es el cáncer de pulmón más relacionado con el consumo de tabaco, siendo este hábito el responsable de aproximadamente el 95 por ciento de los casos

Tabaco, principal factor de riesgo

EL CPM es el cáncer de pulmón más relacionado con el consumo de tabaco, siendo este hábito el responsable de aproximadamente el 95 por ciento de los casos. Existe además una correlación directa entre el número de cigarrillos consumidos y el riesgo de muerte por CPM, de tal manera que los pacientes con un IPA (Indice paquetes año) > 40, tienen un incremento del riesgo de 60 -70 veces comparado con los no fumadores.

“Hablamos de hábitos tabáquicos pesados, como tabaco negro o tabaco de liar. De hecho, cuando nos enfrentamos a un diagnostico en el que el paciente no ha fumado nunca, insistimos en el diagnóstico porque no nos lo creemos”, describe Ponce.
Otros factores de riesgo son la exposición a radón, asbestos o uranio. El riesgo aumenta, de manera sinérgica, cuando se combina la exposición de estos carcinógenos con el hábito tabáquico.

EL CPM es el cáncer de pulmón más relacionado con el consumo de tabaco, siendo este hábito el responsable de aproximadamente el 95 por ciento de los casos

Diagnóstico en estadio extendido

El CPM es un tumor de células pequeñas de origen neuroendocrino con un rápido tiempo de duplicación, siendo el cáncer de pulmón más agresivo y el que produce más metástasis a distancia y de manera precoz. Por este motivo, cuando se diagnostican mas del 65 por ciento de los pacientes están en una situación de enfermedad extendida o estadio IV. Solamente permanecen en una situación de enfermedad limitada el 35 por ciento . “La propia biología de esta enfermedad tiene mucha capacidad de metástasis y es muy complicado diagnosticarlo antes”, concluye Ponce

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