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Esther Martín del Campo

Madrid

| viernes, 07 de junio de 2019 h |

“La investigación en poblaciones especiales puede ayudar a aumentar las opciones terapéuticas y cambiar el pronóstico de estos pacientes”. Son palabras de Jordi Remón, oncólogo médico en HM Delfos y uno de los portavoces de la Sociedad Española de Oncología Médica dentro de la cobertura especial de ASCO 2019.

En sus palabras, los tumores pediátricos “son de especial relevancia”, aunque la investigación clínica está más centrada en pacientes adultos. En estos últimos, recuerda que la búsqueda de terapias personalizadas junto con la inmunoterapia han supuesto una revolución terapéutica.

El experto explica que en el encuentro de este año se ha presentado un estudio americano con más de 400 pacientes con tumores pediátricos, principalmente adolescentes, en el que la secuenciación tumoral permitió identificar en un 26 por ciento de los casos alguna alteración genómica que permitía un tratamiento personalizado. “Este porcentaje alcanzaba un 50 por ciento en pacientes afectados con rabdomiosarcoma o con tumores del Sistema Nervioso Central”, añade.

Es importante que en el global de la población con una alteración genética, un 41 por ciento de estos pacientes fueron incluidos en algún estudio clínico que investigaba la eficacia de dianas terapéuticas o tratamientos dirigidos contra esta alteración genética, matiza.

Remón destaca que una de estas dianas terapéuticas es un gen de fusión, el NTRK, y que en la actualidad hay dos fármacos, larontrectinib y entrectinib, que actúan frente a esta alteración específica. Ambos se han testado en pacientes pediátricos en dos estudios: larontrectinib, en pacientes con diferentes tipos de tumores, y entrectinib, en tumores del SNS. “Ambos han demostrado una importante eficacia en cuanto a respuesta prolongada y seguridad en estos pacientes”, remarca. De ahí que destaque que se trate de un ejemplo “muy importante de cómo la secuenciación puede ayudar a personalizar el tratamiento en pacientes pediátricos y cómo la terapia personalizada puede mejorar el pronóstico de estos pacientes”.

Por otra parte, Jordi Remón recuerda que los pacientes VIH normalmente son excluidos de los ensayos clínicos, especialmente en inmunoterapia. En esta ocasión, el encuentro americano ha acogido la presentación de dos estudios que valoran su uso en esta población. Además, insiste, el ensayo español con durmalumab, liderado por González Cao, ha incluido 20 pacientes con VIH con diferentes tumores tratados con este tratamiento, 14 de ellos con carcinoma de pulmón. “Los resultados han demostrado que la inmunoterapia en esta población tiene la misma eficacia y perfil de seguridad que en la población no VIH sin una reactivación del virus”, destaca.

El experto asegura que a pesar de que el número de pacientes sea muy pequeño y de que sean estudios confirmatorios, son muy relevantes porque a nivel mundial hay más de 36 millones de personas infectadas por VIH. Además, recuerda que el cáncer es la primera causa de mortalidad por VIH y que los pacientes con VIH tienen el doble de riesgo de padecer un cáncer de pulmón que la población no VIH. “Por ello creo que no deberían excluirse estos pacientes en los ensayos clínicos de este tipo de fármacos, ya que han mostrado una enorme eficacia en algunos tipos de cáncer como el de pulmón, en el que gracias a la inmunoterapia actualmente existe un 20 por ciento de supervivientes a los cinco años”, concluye el especialista.


Jordi Remón:
“La investigación en poblaciones especiales puede cambiar el pronóstico de estos pacientes”