Cáncer de pulmón, investigación prioritaria

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Por Bartomeu Massuti, Jefe de Oncología del Hospital General de Alicante

Los datos nos dicen que el cáncer de pulmón seguirá siendo en 2020 una emergencia sanitaria de primer orden: la incidencia anual superará los 29.000 casos anuales y constatamos que, año tras año, el número de nuevos casos continúa aumentando. Y es que, pese a que en hombres se ha iniciado un descenso de nuevos diagnósticos, en mujeres su incidencia se ha duplicado en los últimos 20 años.

Además, hemos de tener en cuenta que la mortalidad por cáncer de pulmón a nivel global y en España es la primera causa de muerte por cáncer, suponiendo el 30% del total. En España, cada 20 minutos fallece una persona por cáncer de pulmón y en los últimos diez años el impacto económico del cáncer de pulmón ha supuesto una pérdida de productividad de 13.300 millones de euros.

Con todos estos datos sobre la mesa, no es descabellado afirmar que la investigación en cáncer de pulmón debería ser prioridad nacional, dado su impacto sanitario. Pese a ello, en términos de financiación pública, es un tumor ‘infrafinaciado’ porque solamente se sitúa como el sexto en la asignación de fondos públicos para la investigación, existiendo una clara desproporción entre los recursos asignados y las muertes causadas cuando se compara con otras neoplasias.

La incidencia anual del cáncer de pulmón superará los 29.000 casos anuales

A pesar de que la supervivencia continua siendo limitada es el tumor en el que se han obtenido mayores avances en el conocimiento de su desarrollo y alternativas de tratamiento en los últimos años.

El desarrollo farmacológico de nuevas alternativas terapéuticas en cáncer de pulmón ha tenido lugar fundamentalmente en dos ejes. Por una parte, la identificación de dianas genómicas y moleculares que pueden estar presentes en más del 25% de los casos y que permiten tratamientos dirigidos específicos que incrementan claramente la supervivencia en esos subgrupos de pacientes. Por otra parte, la introducción de tratamientos inmunoterapicos ha permitido mejorar los resultados terapéuticos en la enfermedad avanzada aportando específicamente mejor perfil de tolerancia, posibilidad de tratamientos más prolongados y siendo determinante en la obtención de largos supervivientes. Y seguimos avanzando.

El nivel actual de desarrollo de la investigación está centrado en la identificación de factores productivos para la selección del mejor tratamiento para cada paciente y asimismo se han iniciado estrategias de diferentes combinaciones de tratamientos locales y sistémicos con resultados prometedores. Sin duda, el futuro del cáncer de pulmón pasa por mayor prevención e investigación. Esperamos que para 2020 se convierta en una prioridad sanitaria.