La investigación es una parte esencial de un servicio asistencial como el de Oncología Médica que tiene que ofrecer las mejores oportunidades a sus pacientes. Una especialidad que ha tenido que adaptarse al nuevo escenario generado por la pandemia de COVID-19 para poder continuar con su trabajo.

La resiliencia del Instituto Oncológico del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (FJD) y su trabajo continuado les ha hecho mecedor nuevamente del BiC en Investigación en Oncología.

“El nuevo escenario de investigación clínica en Oncología es un tema muy importante porque nos ha obligado a cambiar desde procedimientos hasta los métodos de aproximación a los pacientes o los sistemas de valoración para poder continuar con el trabajo”, explica Jesús García Foncillas, jefe del Servicio de Oncología Médica de la FJD en un encuentro virtual con GACETA MÉDICA.

“No podemos dejar de trabajar por los pacientes porque uno de los grandes problemas derivados de la pandemia han sido los tratamientos tardíos y las consecuencias en la valoración del paciente oncológico “, añade el especialista.

A pesar del gran reto que supuso, Foncillas insiste en que “teníamos que seguir con todas las dificultades, y a pesar de los medios, había que seguir con la investigación”.

Encuentro virtual con Jesús García Foncillas

El Instituto Oncológico del la FJD comparte la asistencia clínica de todas las especialidades médicas en torno al paciente oncológico desde el diagnóstico al tratamiento y a control de síntomas hasta la investigación en todas sus facetas desde los modelos animales,  bioquímica celular,  biología molecular a los ensayos clínicos precoces y avanzados.

Implantación de circuitos

Para continuar con la Investigación en Oncología, la FJD reestructuró los circuitos asistenciales y concentró estudios en espacios seguros. “Pusimos en marcha toda una serie de estructuras en tratamiento y diagnostico especializado que nos permitiera seguir cuidando del paciente especializado”, señala Foncillas.

“Asimismo, establecimos circuitos telemáticos de control para continuar teniendo acceso a los pacientes en ensayos clínicos pero en un entorno seguro”, puntualiza. “El objetivo era plantear visitas para asegurar la máxima información posible y concentrar estudios en los espacios más seguros posibles”, añade.

Por otro lado, las cirugías oncológicas no podían pararse, como argumenta el oncólogo. “Porque, por un parte, son fundamentales para el paciente, y por el otro, nos permite derivar todo el material necesario realizar la investigación para desarrollar los modelos preclínicos y la búsqueda de nuevas dianas”, explica el director. Y aunque reconoce que no han alcanzado el ritmo previo al confinamiento, “no hemos perdido lo que puede ser un nivel correcto de investigación. No es fácil pero hay que plantearse un escenario con todas las posibilidades y es lo que hicimos desde el primer momento”.

Desafíos

Si la investigación oncológica ya suponía grandes desafíos en la asistencia diaria, la llegada del nuevo patógeno ha añadido un plus a los retos tradicionales.

“Hemos puesto en marcha ensayos clínicos para comprobar que ocurre con los pacientes COVID-19 con cáncer. Requiere un planteamiento distinto porque se trata de un grupo de pacientes vulnerable”, especifica Foncillas.

Una línea de investigación a seguir es la tormenta de citoquinas provocada por el SARS-CoV-2. “La tormenta de citoquinas ,que es un fenómeno que ocurre en el COVID-19, ya habíamos visto que ocurre con la inmunoterapia ¿Hasta qué punto hay una correlación desde el punto de vista bioquímico?”, se pregunta el oncólogo.

Margarita González de BMS

“Al mismo tiempo hay que ver los momentos de dificultad como este como auténticos acicates para abrir nuevas líneas de investigación”, concluye.”

Margarita González de BMS quiso agradecer la labor desempeñada por el servicio que dirige García-Foncillas. Su apuesta por la investigación traslacional es sin duda uno de los valores diferenciadores de esta unidad.