J.V. Madrid | martes, 15 de noviembre de 2016 h |

El premio Best in Class (BiC) en Gestión Hospitalaria quiere reconocer este año el esfuerzo de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

Una de las iniciativas más importantes ha sido la apuesta del Servicio Andaluz de Salud (SAS) por las unidades de gestión clínica, que ha supuesto mejoras importantes en la estructura organizativa de los centros. Entre otras ventajas, esta medida ha permitido fortalecer la conexión entre los diferentes centros, y también entre los distintos niveles asistenciales. Además, el modelo andaluz ha logrado también una mayor implicación de los profesionales sanitarios en las decisiones y fomenta la transparencia dentro del sistema sanitario.

Rutas asistenciales

Con el desarrollo de la gestión clínica, el SAS se encuentra más cerca de lograr otro de los principales objetivos del sistema sanitario, mantener las rutas asistenciales. En este sentido, la reorganización ha permitido definir las rutas asistenciales de los pacientes por servicios y unidades, localizando los puntos críticos en materia de seguridad del paciente o de información. Con este recurso, es posible anticiparse a cualquier dificultad que se pueda plantear para el paciente en su paso por el sistema sanitario público.

En paralelo, el modelo andaluz también ha avanzado en la definición de las competencias necesarias en cada puesto de trabajo.

Otro de los pilares básicos del sistema sanitario en Andalucía tiene que ver con la fuerte apuesta por la investigación. En los últimos años se ha incentivado la creación de institutos sanitarios dentro de los hospitales y centros especializados con un único objetivo: que los avances alcanzados en la investigación clínica puedan estar al alcance de los pacientes de la sanidad pública andaluza en el menor intervalo de tiempo posible.

Un avance al que hay que sumar la evolución de la ‘e-health’ en la comunidad. En su día, la región fue pionera en la puesta en marcha de la historia digital única. Además, a día de hoy, prácticamente el 100 por 100 de las prescripciones son electrónicas. Este tipo de herramientas ha servido para potenciar el acceso al servicio sanitario y a través de las aplicaciones móviles se dan hoy más citas que de manera presencial o a través del teléfono.

Calidad sanitaria

La Agencia de Calidad Sanitaria Andaluza (ACSA) también refuerza todos los avances mencionados. La entidad tiene como objetivo potenciar el sistema de garantías al ciudadano a través de una herramienta de referencia como es la evaluación.

Más del 50 por ciento de las 900 unidades de gestión clínica se encuentran acreditadas por esta institución, que cuenta con reconocido prestigio internacional. No en vano, recientemente la agencia ha ganado incluso una licitación para acreditar los centros hospitalarios que formarán parte de la red para la atención de las enfermedades raras en la Unión Europea.

Por todas estas razones, la consejería de Salud de Andalucía recibe este año este galardón, impulsado por los premios Best in Class sobre el idea de que una gestión hospitalaria adecuada es fundamental para mejorar la atención al paciente, y más aún en un contexto económico complicado.

Para la selección de este premio el jurado ha tenido en cuenta cuatro criterios principales: la innovación, la mejora de la calidad asistencial, la sostenibilidad y la satisfacción de los profesionales.

Se parte de la base de que en la situación actual, el gestor debe ejercer como facilitador del papel protagonista que tienen los profesionales clínicos para garantizar la calidad del sistema. De este modo, las comunidades autónomas deben liderar experiencias innovadoras de cara a garantizar la sostenibilidad del SNS y contar con los directivos hospitalarios y de atención primaria para ello.

En la misma línea, desde la organización de los premios BiC se hace hincapié en la gestión como elemento motivador. De ahí que sea necesario apostar por la participación, la implicación y el desarrollo de la gestión clínica.