En un contexto en el que mundo entero está luchando contra pandemia de la COVID-19, la Medicina Preventiva y Salud Pública cobra aún más relevancia. Dos pilares fundamentales en el abordaje actual y de futuro, cuyos profesionales están haciendo un esfuerzo vital para ‘sacarnos’ de la situación en la que nos encontramos.

Sin embargo, para saber hacia dónde vamos, “primero hay que saber de donde venimos”. Así lo expresa Jesús María Aranaz Andrés, jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Ramón y Cajal, cuyo trabajo ha sido recompensado con el Premio Best In Class 2020.

“El primer objetivo que nos exigimos es que estuvieran marcadas todas las áreas de conocimiento de la propia especialidad. Nuestro Servicio es un servicio central porque actuamos sobre el resto de los servicios; les asesoramos para evitar la transmisión de enfermedades”, señala Aranaz en un encuentro virtual con GACETA MÉDICA.

Con 41 años de antigüedad, este Servicio es Referencia Nacional e Internacional en Seguridad del Paciente. “Las medidas estándar y las medidas basadas en la precaución son clave en el trabajo de nuestro servicio”, continúa el preventivita, quien inciden en que también se trata de un servicio médico similar al de Enfermedades Infecciosas o al de Medicina Interna.

“Estudiamos a los pacientes que pueden ser especialmente vulnerables o que pueden ser fuente de contagio, además de encargarnos de la vacunación de aquellos pacientes considerados de riesgo”, explica Aranaz. “También somos un servicio quirúrgico porque garantizamos que el instrumental que se utiliza en los servicios quirúrgicos esté en perfecto estado”, añade.

Desafíos tras la pandemia

Tras el comienzo de la pandemia, desde el  Servicio aseguran que han intentado mantener las funciones hospitalarias básicas, la docencia y la investigación.

Amaranta McGee, facultativa Especialista Adjunta en Medicina Preventiva del mismo hospital, destaca que, al ser un servicio que abarca tantas áreas, les permitió “una readaptación más rápida” .

“Hemos seguido muy de cerca todo lo que ha pasado en el hospital y nos hemos adelantado a los acontecimientos elaborando informes, construyendo indicadores que permitieran el control de la infección, a la vez que nos permitiera gestionar los recursos del hospital”, enumera la especialista. “Ha sido una tarea ardua en la que colaboramos todos pero todavía estamos en proceso de adaptación”, añade.

Ana Hernando, directora de Relaciones Institucionales del Área de Vacunas de GSK España.

Ana Hernando, directora de Relaciones Institucionales del Área de Vacunas de GSK España quiso agradecer la labor desempeñada por el servicio, su resistencia y su gran capacidad de readaptación. “Es un orgullo como ciudadana el poder escucharos”, resalta.

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