El galardón Best In Class 2020 que premia al Mejor Servicio de Medicina Interna ha recaído en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, lo que supone “reconocer el esfuerzo de un colectivo médico por adaptarse a criterios de eficacia, eficiencia y modernidad”. Así subraya su responsable, Sonia Gonzalo Pascua, que evidencia la complejidad vivida en la especialidad desde marzo en el centro. “Nuestra ocupación habitual por esas fechas solía de ser de unos 120 pacientes; en el pico más alto de la pandemia COVID-19 alcanzamos los 592”.

Tal y como destaca Gonzalo, durante esta etapa más dura, la patología no COVID prácticamente desapareció. “Se formaron grupos de trabajo liderados por internistas y neumólogos e integrados por médicos de cualquier especialidad, con los que se pasaba visita de una forma estandarizada y con actuaciones consensuadas y homogéneas”, señala la jefa de servicio.

“Hemos podido apreciar valores personales y profesionales muy gratificantes, como son la capacidad de trabajo en equipo, la solidaridad…”

No obstante, reconoce que la difícil situación ha sacado el mejor lado de los profesionales sanitarios. “Hemos podido apreciar valores personales y profesionales muy gratificantes, como son la capacidad de trabajo en equipo, la solidaridad, el esfuerzo, el tesón y la generosidad, junto con un nivel técnico-científico de nuestra gente de primera calidad”.

Todo ello ha permitido sacar adelante el reto que supone mantener la calidad asistencial en esta coyuntura. “Gracias a la gran capacitación profesional y humana, a su grado máximo de implicación, a su flexibilidad y agilidad para adaptarse a modos diferentes de trabajar y a los cambios constantes de la situación, así como a la capacidad de comunicación entre nosotros mismos y con otros Servicios”, explica Gonzalo.

Avances asistenciales

Justo Ruiz, director médico, y Sonia Gonzalo, jefa de servicio.

Entre las mejoras orientadas a una mejor calidad, el servicio ha puesto en marcha la Unidad de pacientes crónicos complejos y la Unidad de manejo integral en pacientes con insuficiencia cardiaca. Según indica la responsable en ella se hace un manejo multidisciplinar de cada caso, con valoraciones conjuntas con Enfermería, Farmacia y Trabajo Social.

En cuanto a las consultas externas, Gonzalo ha señalado que se han potenciado las consultas monográficas multidisciplinares, lo que hace que los pacientes sean vistos por expertos en su patología “desde la primera visita a la última”. Asimismo, se ha creado también la Unidad de Hospitalización a Domicilio, “muy bien valorada por los pacientes y por el resto del hospital”.

Nuevos proyectos

Una de las debilidades evidenciadas por la pandemia, en opinión de Gonzalo, ha sido la atención mejorable a nuestros mayores. A este respecto, el servicio ha puesto en marcha una actividad conjunta con Geriatría, con valoración in situ por parte de Interna de los pacientes que están en residencia. De esta manera se evita que tengan que venir al hospital tanto si precisan atención aguda como en consulta.

En última instancia, revela la existencia un proyecto para desarrollar una Unidad de Asistencia Compartida. El objetivo así es poder ofrecer a otros Servicios “un capital de conocimientos de nuestra Especialidad que aporte agilidad y resolución para sus pacientes ingresados”.

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