Silvia Rodrigo | viernes, 13 de septiembre de 2019 h |

La desnutrición es un grave problema de salud que afecta a buena parte de los pacientes oncológicos. Repercute de forma negativa en la evolución de la enfermedad, además de su impacto en la calidad de vida y en el pronóstico y afecta tanto a la respuesta al tratamiento como a la supervivencia global.

Un artículo que publica la revista EDS, sobre la base de un informe del Grupo de trabajo “Abordaje nutricional del paciente oncológico: nutrición parenteral complementaria como opción terapéutica”, organizado por Fundamed con el apoyo de Baxter, plantea un conjunto de propuestas para mejorar su abordaje en el día a día.

Los especialistas consideran básico incluir el cribado nutricional en la rutina de los cuidados del paciente oncológico, así como la realización de un adecuado seguimiento nutricional de estos pacientes.

De igual modo, subrayan que es preciso incluir más consultas de nutrición especializada a lo largo de todo el proceso oncológico.

Otro punto fundamental es establecer protocolos que contemplen la evaluación y la intervención y consejo nutricionales.

Los especialistas también abogan por emplear la nutrición parenteral complementaria siempre que se espere una mejoría orgánica o de la calidad de vida del paciente y se reúnan los criterios clínicos para su indicación.

Asimismo, invitan a promover acciones para reforzar la formación en la materia y a valorar la nutrición parenteral domiciliaria como una opción terapéutica acompañada de un protocolo.


Un punto fundamental para los expertos es establecer protocolos que puedan contemplar la evaluación, intervención y consejo nutricionales


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