#de dónde venimos y hacia dónde vamos…

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| viernes, 06 de julio de 2018 h |

Las cosas de palacio van despacio pero más vale tarde que nunca. El refranero español sirve para casi cualquier situación de la vida y la medicina de precisión o personalizada no es una excepción. Ya son varios los años en los que este nuevo paradigma se ha ido presentando por diversos foros y jornadas. En muchas de ellas se contaba con la presencia de diputados, senadores o técnicos del Ministerio de Sanidad. El goteo incesante de los argumentos de peso y la innegable realidad que revolucionaba la medicina fueron creando humedades en los muros de las cámaras parlamentarias hasta que 2018 dio la bienvenida a un debate de altura sanitaria.

Existen dos vías que permiten creer que España estará a la altura que le corresponde. Por un lado, en el Senado se está trabajando con los mejores expertos de distintas disciplinas (oncólogos, abogados, científicos…) para configurar un mapa de los retos que el país debe acometer para trazar un Plan de Medicina Personalizada. La palabra ‘Plan’, de hecho, no es baladí. La diferencia de este vocablo con ‘Estrategia’ es que el primero lleva asociado un presupuesto. Todo aquello que no salga de la Cámara Alta bajo esta palabra puede convertirse en una declaración de intenciones que no vaya más allá de eso.


Definir como Plan y no como Estrategia es clave para saber si habrá financiación que respalde la iniciativa


Tras once sesiones de la Ponencia monográfica de medicina de precisión, en el imaginario de los senadores ya se comienzan a vislumbrar las líneas maestras de ese informe que verá la luz a finales de año. Una de las últimas novedades es la necesidad de garantizar un acceso óptimo a esta nueva medicina. Para ello, los expertos han trasladado a los senadores la opción de centralización de la tecnología de laboratorio y la estandarización de los procesos. Asimismo, tienen claro que la participación precoz en ensayos clínicos es una manera rápida para conseguir su disponibilidad tras la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento.


El anterior equipo de Gobierno ya trazó un primer esbozo del futuro Plan de Medicina Personalizada


La bioética también ha sido uno de los principales protagonistas de la Ponencia sobre genómica. Los senadores ya conocen que no hay incompatibilidad entre el respeto a la vida humana o el principio terapéutico con el tener un gran volumen de datos sobre la enfermedad ya que se facilita mucho más la prudencia a la hora de tomar decisiones.

Ministerio e Interterritorial

Además de los trabajos que se llevan a cabo en el Senado, desde el Ministerio de Sanidad también se han realizado esfuerzos para trazar un Plan de Medicina Personalizada. Fue el anterior Gobierno —y gracias al trabajo del por entonces subdirector general de Calidad y Medicamentos, Carlos Lens— el que realizó un primer acercamiento. Lo conocido hasta ahora (y adelantado en su día por GACETA MÉDICA) fue presentado a las comunidades autónomas en el último Consejo Interterritorial presidido por Dolors Montserrat. La respuesta de las comunidades fue ambigua pero no necesariamente negativa. Muchos territorios, como País Vasco o Andalucía, ya han comenzado a trabajar en este nuevo paradigma y solicitan que sus esfuerzos sean tenidos en cuenta en la redacción final del Plan.

Ahora, con el nuevo equipo de Gobierno, las tareas son dos para que el trabajo no quede relegado. Por un lado avanzar en la financiación sanitaria autonómica, tema aparcado pero que el secretario general de Sanidad ya avanzó que sería el tema principal del siguiente Interterritorial. Junto a esto, el proyecto de presupuestos para 2019 no puede olvidar consignar una línea económica para esta iniciativa. Y para terminar, debe existir mano izquierda y consenso tanto del Ministerio como de las comunidades para que no decaigan los esfuerzos.