C.M.LÓPEZ Madrid | viernes, 26 de enero de 2018 h |

Con el objetivo de disminuir la utilización de intervenciones sanitarias innecesarias, en 2013 varias sociedades científicas junto con el Ministerio de Sanidad elaboraron el ‘Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas en España’.

La idea, con esta iniciativa, es reducir las intervenciones innecesarias que no han demostrado eficacia o que tienen efectividad escasa o dudosa y no son coste-efectivas o prioritarias”.

En este contexto, los farmacéuticos de hospital consideran que deben formar parte de esta iniciativa. Así lo han hecho saber, a través de una carta publicada en la Revista de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) por Alberto Frutos, del Servicio de Farmacia, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; María Ángeles Allende-Bandrés del Departamento de Microbiología y Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Zaragoza; Isabel Puértolas-Tena, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón; y Mercedes Arenere-Mendoza, del Servicio de Farmacia, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

En esta misiva, explican que los especialistas en Farmacia Hospitalaria, consideran “fundamental aportar nuestra dilatada experiencia en el campo del medicamento, con el fin de involucrarnos activamente en el proyecto”.

De hecho, apuntan que algunos ejemplos de estas iniciativas son la conciliación de los tratamientos al ingreso y al alta, en pacientes crónicos polimedicados, así como la detección de medicamentos inapropiados, basados en los criterios de Beers y Start/Stopp y que recientemente han sido actualizados.

Los expertos, recuerdan que la SEFH en este campo refrenda la propuesta de participación, con el Plan Estratégico de la SEFH sobre Atención Farmacéutica al Paciente Crónico.

Por otra parte, explican que con los modelos de estratificación y actuación selectiva, en función del impacto que puedan tener las intervenciones de atención farmacéutica a los pacientes crónicos, destaca el proyecto colaborativo denominado Mapa Estratégico de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos (Mapex). Cabe destacar también las estrategias de prescripción prudente, “por las repercusiones de los errores de medicación, tercera causa de muerte en los Estados Unidos , y que justifica las medidas de la seguridad del paciente, o el proyecto, que ha recibido financiación desde el Programa de Salud 2014-2020 de la Unión Europea denominado ‘Stimulating Innovation Management of Polypharmacy and Adherence in the Elderly’ (Simpathy).

Otro campo en el que el farmacéutico ha cobrado un papel fundamental es la optimización del uso de antibióticos, que están recogidos en varias de las recomendaciones presentadas en el Compromiso, con la posibilidad de participar en los PROA, así como la participación en el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) y, en la monitorización farmacocinética de los mismos.

De hecho, explican algunos ejemplos como la colaboración en la elaboración de guías de uso de antibióticos y su monitorización; optimización del tratamiento según criterios farmacocinéticos/farmacodinámicos (PK/PD); la monitorización farmacocinética de antibióticos, con la consiguiente individualización posológica, que evita situaciones de toxicidad, y ayuda a aumentar la efectividad y respuesta clínica en los pacientes. La monitorización de niveles de diversos fármacos favorece la optimización de la dosis en determinadas situaciones antes de utilizar tratamientos de reciente incorporación en los que no existe tanta experiencia de uso, y que muchas veces tienen un impacto económico mayor.

Además, la farmacogenética, como parte de la medicina personalizada, contribuye a adoptar las mejores estrategias en los tratamientos oncológicos, entre otros, no utilizando tratamientos no eficaces en ese paciente concreto.