Reacción, innovación, futuro

113

Por Jordi Nicolás, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH)

Hace justo un año iniciábamos un periodo ilusionante de trabajo como nueva Junta Directiva de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), con una serie de proyectos trazados en nuestro plan estratégico a cuatro años para la Farmacia Hospitalaria, unos de cambio, y otros de consolidación de la trayectoria. Sin embargo, nunca imaginamos la aparición de una pandemia de este alcance, y de semejante magnitud.

La COVID-19 ha catalizado una enorme cantidad de iniciativas y proyectos, apostando por una relación más cercana con el paciente, una colaboración más estrecha con el resto de profesionales sanitarios, e impulsando proyectos como la utilización herramientas como la telefarmacia, que persiguen una nueva forma de atención individualizada a los pacientes, más cercana. Con ella, hemos conseguido acompañar a los pacientes en la distancia, manteniendo una percepción de proximidad; les hemos sentido y ellos nos han tenido más cerca que nunca, con un seguimiento farmacoterapéutico, unido a la dispensación en sus domicilios para evitar contagios, en el que la SEFH se ha implicado desde el principio.

Pero esta innovación debe ser aún más profunda y llegar a la raíz formativa y competencial de la Farmacia Hospitalaria. Pensamos que debe apoyarse en una clara apuesta por una nueva Especialidad cada vez más clínica, en la que los especialistas afiancen y continúen con un proceso de integración en equipos multidisciplinares que ya venía desarrollándose con éxitos evidentes en determinadas áreas como la farmacia oncológica, o los farmacéuticos en urgencias y que parece evidente su necesidad por su enorme demanda en otras muchas. Pensamos que el futuro ya está aquí y que podemos aportar nuestro grano de arena junto a hematólogos, intensivistas o cardiólogos y un amplio abanico de compañeros de otras especialidades médicas en un nuevo ámbito ayudando al paciente a pie de cama.

Durante los últimos meses, asimismo, muchos han sido los compañeros especialistas, que por su bagaje, su profundo conocimiento y su visión transversal del sistema sanitario han ido ocupando puestos de responsabilidad en la gestión, tanto a nivel local, como autonómico y nacional. Hoy más que nunca la Farmacia Hospitalaria está aportando valores como la visión de conjunto, el trabajo en equipo y la capacidad de evolución hacia nuevos desempeños.

Nuestro futuro pasará sin duda por estos nuevos profesionales, unos farmacéuticos hospitalarios todavía mejor formados, más especializados, con atención continua a los pacientes e integrados en equipos multidisciplinares siempre en el camino para alcanzar nuevos retos. No podemos determinar cómo será el futuro a largo plazo, lo que sí que sabemos es que estaremos mejor preparados.