Esther Martín del Campo | lunes, 27 de marzo de 2017 h |

Más de un centenar de médicos, científicos y autoridades se han reunido en Madrid para analizar las estrategias ibéricas y latinoamericanas contra el tabaquismo, en el marco de una jornada organizada por la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS, por sus siglas en inglés).

Los especialistas que, entre otros puntos, han repasado los avances del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco y los programas nacionales, insisten en la importancia de incrementar los precios, junto con otras medidas como mejorar la coordinación institucional para garantizar la vigilancia y el cumplimiento de las leyes nacionales.

Durante la jornada, Kerstin Schotte, responsable de proyecto de la OMS, ha incidido en que el tabaco constituye una amenaza para los sistemas sanitarios, reforzando la idea de que se trata de un problema también con un amplio alcance económico. Asimismo, ha repasado las estimaciones realizadas de cara a 2025. Según los cálculos de la OMS, la prevalencia del tabaquismo podría caer hasta 3 puntos por ciento a escala mundial, bajando hasta cuatro puntos por ciento en los países americanos, con respecto a las cifras actuales. En nuestro país, el consumo de tabaco se sitúa en el 24 por ciento de la población general a partir de los 15 años.

Por otra parte, Carlos Jiménez-Ruiz, presidente del Comité de Control del Tabaquismo de la ERS, ha subrayado la gran heterogeneidad en cuanto a las medidas impulsadas por los países para combatirlo. A pesar de reconocer los avances, el especialista ha puesto el foco en lo que queda por hacer. Junto al aumento del precio del tabaco, Jiménez- Ruiz ha insistido en la necesidad de hacer que los ingresos que se obtienen con sus impuestos se reinviertan en campañas de prevención, así como de evitar las interferencias de la industria tabacalera en las políticas de control y precios sobre este producto.

A nivel internacional, los especialistas han destacado las políticas impulsadas en Uruguay, un país cuyo gobierno aspira a a reducir el número de fumadores al 5 por ciento de la población en 2025.