Un año ha pasado desde que el Gobierno de Coalicion designara a Salvador Illa como ministro de Sanidad.

Una cartera que había sido previamente declinada por Pablo Iglesias, y que apenas unas semanas después, con la llegada de la COVID-19, fue el que gestionó a todo un país. 

En este primer año de legislatura, la pandemia ha marcado toda la gestión. En apenas unos días dio un giro de 360º a todas las acciones del Gobierno. 12 meses después de aquel 13 de enero -fecha en la que Illa tomó posesión-, el departamento sanitario hace balance.

Para el ministerio si algo ha movido la gestión de estos meses ha sido la coordinación con las comunidades autónomas, destacando especialmente el papel que ha tenido el Consejo Interterritorial (CISNS). Con sus más y sus menos, comunidades y ministerio han ido sacando adelante acuerdos de carácter vinculante… Un eterno reclamo, cabe recordar, en legislaturas prepandémicas. 

Otra de las cuestiones que destaca el ministerio es que “la pandemia de la COVID-19 ha impulsado al trabajo conjunto de distintos perfiles multidisciplinares”. Se refieren al trabajo con los profesionales. Si bien, las sociedades científicas insisten en que esa alianza debe ser más sólida para abordar la crisis sanitaria. Una cuestión a seguir reforzando y que debe guiar los siguientes pasos.

Está claro que la labor de estos especialistas e investigadores de nuestro país es de primer nivel. Así lo constata también la OCDE a través de un informe donde sitúa a España en los primeros puestos por su contribución científica. El nivel de ensayos clínicos para avanzar en medicamentos frente a la COVID-19, así como el esfuerzo que se ha hecho en producción científica ha sido destacado por el organismo.Investigar en mitad de una pandemia no es tarea fácil y debe ser reconocido.

En materia de salud pública, el Gobierno recuerda que seguirá potenciando la creación del Centro Estatal de Salud Pública, previsto en la Ley General de Salud Pública, con una dotación  de 5 millones en los Presupuestos Generales del Estado-21. Aseguran que se está trabajando en el aumento de los recursos destinados a salud pública, no solo para vigilancia epidemiológica sino también para impulsar estilos de vida saludables.

Con todo y teniendo en cuenta el rol del ministerio, esperemos que el deshielo, consecuencia de la pandemia, que se empezó a producir en Sanidad siga rodando a partir de ahora en todas las legislaturas postpandémicas.