Cerramos una semana clave para el abordaje de la COVID-19. Una semana en la que las sociedades científicas han demostrado que la atención multidisciplinar es real. Lo han hecho con uno de los congresos más esperados de los últimos meses. El I Congreso Nacional de COVID-19 abría sus puertas para arrojar luz a una pandemia que está trastocando nuestra vida a todos los niveles.

Más de medio centenar sociedades científicas que agrupan a más de 150.000 profesionales sanitarios han promovido este encuentro sin precedentes. El objetivo no ha sido otro que la vocación de promover el trabajo colaborativo y multidisciplinar entre los profesionales e investigadores más directamente implicados en la lucha contra la pandemia a fin para poner en común las lecciones y enseñanzas que pueden extraerse de esta crisis sanitaria y los cambios que se deben poner en marcha de cara al futuro.

Una cita sin precedentes

Atención primaria, urgencias, farmacia hospitalaria, medicina interna, microbiología e infecciosas, farmacología. Numerosas especialidades se han reunido para poner en común las evidencias generadas en los últimos meses.

La gestión, el quid de la cuestión

Estos especialistas también han puesto sobre la mesa la gestión, a todos los niveles, de la pandemia. Desde los trámites que se tuvieron que agilizar por parte de las agencias reguladoras, pasando por los ensayos clínicos a pie de cama en los hospitales, hasta las medidas llevadas a cabo por los Gobierno para reducir la tasa de transmisión del virus.  Lecciones aprendidas que deberían servir para planificar el nuevo escenario en el que ya estamos inmersos: la segunda ola.

Lo que está claro, y así lo dicen los expertos, es que la planificación y la reorganización es fundamental para gestionar una pandemia. Los circuitos diferenciados que se llevan a cabo en los hospitales o la división de hospitales COVID y no COVID son herramientas eficaces para paliar de nuevo la curva. ¿Es posible organizar a las comunidades autónomas en torno a hospitales COVID y no COVID? ¿Sería una fórmula para despejar camas y recuperar progresivamente la actividad asistencial? Preguntas que quedan en el aire y que deberán contestar las propias comunidades autónomas…

La curva

Por cierto que la curva tiene en estos momentos una tendencia ascendente, aunque la situación no es similar a la de marzo o abril, no deja de inquietar… Si bien, y como señaló Santiago Moreno “la responsabilidad hay que repartirla entre los ciudadanos, que hemos dejado de lado parte de las conductas cívicas necesarias para evitar la transmisión, y los responsables sanitarios de hacer el seguimiento adecuado de los brotes para conseguir su contención. Lo primero es difícil de controlar, pero lo segundo es imperdonable que haya funcionado mal”.

Otro de los ejes que ha estado presente en muchas de las mesas ha sido la necesidad de contar con los profesionales sanitarios para diseñar los planes de acción. En cualquier caso, a estas alturas nadie duda la necesaria la coordinación entre las diferentes autoridades e instituciones para responder de forma eficaz a la pandemia. Una crisis sanitaria que, como destacan estos expertos que han estado a pie de cama, ha evidenciado que sin un trabajo colaborativo de todos los profesionales del sistema de salud y sin el apoyo a la investigación no es posible responder a los nuevos retos y desafíos en Salud Pública que ha planteado esta pandemia, y, por qué no, otras que estén por llegar.