El Foro Depresión y Suicidio en la Comunidad de Madrid, organizado esta semana por la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, con la colaboración de Janssen, logró sentar en la misma mesa a responsables de todas las áreas que tienen algo que decir en la materia.

Desde el ámbito político, no faltó el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, así como una nutrida representación de la Asamblea de Madrid, con portavoces de PP, PSOE, Unidas Podemos, Más Madrid y Ciudadanos. En el plano técnico, la responsable de la oficina de Coordinación de Salud Mental y Adicciones de la región; en el asistencial, dos psiquiatras de reconocido prestigio encargados de poner sobre la mesa el Libro Blanco Depresión y Suicidio 2020 y de dibujar la situación y las particularidades de ambos problemas de salud pública a escala autonómica. También portavoces de uno de los colectivos afectados, los supervivientes del suicidio, y de los especialistas que les dan soporte desde una de las asociaciones de referencia en la comunidad.

Múltiples enfoques

No es fácil reunir en un mismo evento perfiles tan diversos, capaces de dibujar, uniendo sus visiones, el complejo prisma de la depresión y el suicidio. Y mucho menos aún despedir la jornada con consensos claros sobre la mesa, sobre todo a escala política. Esta vez sí fue posible.

A estas alturas es indudable, como queda plasmado en el artículo que abre nuestra sección de Política, que es más que necesario invertir en Salud Mental y reforzar las políticas de prevención del suicidio, con un liderazgo claro a nivel nacional.

Impacto económico

Más allá del impacto emocional y social de ambas realidades, absolutamente incuestionable, el impacto económico tampoco debe dejar indiferente. Según los datos recogidos en el Libro Blanco de la Depresión y el Suicidio, las pérdidas de productividad por bajas laborales y prematuras representan el 67% de los costes totales de la depresión en España. Además, los trabajos más recientes cifran en 6.000 millones de euros el coste total de la depresión en nuestro país y datos del Ministerio de Sanidad registran que, solo en 2018, en la Comunidad de Madrid más de 1.000 pacientes con Trastorno de Depresión Mayor (TDM) fueron hospitalizados, con una estancia media de más de 15 días y un coste medio de 5.492€. Junto a estas cifras, 3.500 personas fallecen cada año en nuestro país como consecuencia del suicidio. Datos de enorme calado que invitan a seguir buscando consensos y a pasar decididamente a la acción antes de que resulte demasiado tarde.