El Covid-19 está acaparando todo el protagonismo. Lo hace en nuestro día a día: a nivel asistencial, informativo y en definitiva social. Conscientes de su importancia no se debe bajar la guardia con otras prioridades asistenciales, informativas y sociales. Estamos hablando de patologías prevalentes y graves cuyo desarrollo no ha conseguido frenar el Covid-19.

A pesar de que el coronavirus ha eclipsado al resto de patologías, estas enfermedades graves no han caído en el olvido total pero los datos que analizamos en este número invitan a no bajar la guardia.

Lo cierto es que la pandemia ha obligado a los servicios a reinventarse. En su mayoría, consultas convertidas en aplicaciones con un seguimiento estrecho de los pacientes. Existe, y nos lo explican sus protagonistas, una cierta organización interna muy estricta. Las visitas hospitalarias se han reducido, con la intención también de reducir la exposición al virus; se mantiene el contacto con los pacientes, para controlar los tratamientos…

El coronavirus ha acaparado el protagonismo asistencial, y muchos servicios se han ‘reinventado’

Sin embargo, ¿existe el riesgo de perder de vista a pacientes graves? La Sociedad Española de Cardiología ha registrado una reducción del 40 por ciento en el tratamiento del infarto desde que se decretara el estado de alarma. Una situación “preocupante”, apuntan los expertos.

En el caso de los ictus, aseguran desde la Sociedad Española de Neurología, que podría haberse reducido hasta en un tercio el número total de ingresos por ictus respecto al mes anterior (febrero de 2020). ¿Y los pacientes con cáncer? Aunque no existen datos testables, de momento, los oncólogos coinciden en que tras la pandemia se puede dar un repunte de casos de cáncer. La falta de detección precoz –no se están realizando screening- puede traer problemas en ese ‘día de después’. A pesar de que el ritmo de trabajo se ha reorientado a teleconsultas, salvo en pacientes con tratamiento activo que sí que acuden, existe un cierto miedo por parte de los pacientes al contagio. Unos datos que preocupan son los que vienen de la oncología infantil. Retrasos en las consultas, anulaciones y visitas a urgencias con un proceso de enfermedad avanzado son algunos de los datos que reportan los expertos. Una situación dada por el miedo al Covid-19 pero que, insisten los especialistas, no tiene que impedir abordar de manera correcta las patologías más graves.

La importancia del #quédateencasa es fundamental en la situación actual pero, y abrimos comillas: “no hay que olvidar a una minoría de la minoría que son los pacientes más graves”.

Mientras el mundo piensa en ese día de después, los constantes protagonistas de esta historia, los profesionales, no dejan de pensar también en esta otra realidad. Despejar esas nubes ahora permitirá avanzar y no dejar pasar oportunidades perdidas.