El presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias, Manuel Vázquez Lima, habla alto y claro sobre la situación actual. “Los urgenciólogos han mirado de frente al virus”. Una realidad palpable, que se quedará grabada en la retina de la sociedad en su conjunto.

Esta sociedad científica sigue avanzando a pesar de las dificultades. Hablamos de dificultades pero no solo nos referimos a la situación epidemiológica, sino que hablamos de la gestión.

Los especialistas de urgencias y emergencias llevan años reclamando la especialidad. Una acreditación que está pendiente de ver la luz. Vázquez Lima recuerda las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, hace unos meses. “La especialidad de urgencias estará antes de final de año”. El tiempo se agota, recuerda el urgenciólogo, que pide coherencia política. No solo hay que tener en cuenta el reconocimiento social, también es necesario el reconocimiento laboral para seguir motivando y respaldando a estos profesionales que lo han dado todo. Nadie duda de que el sistema sanitario necesita una reforma, pero no hay que olvidar a este grupo que representa a más de 20.000 profesionales que lo han dejado todo.

La cuestión es clara: son necesarios servicios estructurados, homogéneos y plantillas estables. La inestabilidad laboral que salpica a este colectivo asciende a casi el 70 por ciento. Cifras inquietantes teniendo en cuenta la que tenemos encima.

Quedan apenas dos meses para que acabe este año y la esperanza aún no se ha perdido. Europa necesita contar con estos profesionales, pero precisan de un reconocimiento y acreditación profesional. Ha llegado el momento de mirar de frente a este colectivo, y seguir reforzando el sistema sanitario.