El investigador y bioquímico que identificó el primer oncogen, Mariano Barbacid, ha realizado un llamamiento a no parar la investigación. En un vídeo distribuido desde ASEICA solicita que se abra el confinamiento actual a los investigadores y se permita realizar sus tareas y trabajos. También sugiere utilizar sus máquinas de PCR para identificar la Covid-19 en sus primeras fases. La pregunta que flota en el aire: ¿Cree este país en la investigación o se trata de una actividad no esencial y prescindible temporalmente?

El investigador y bioquímico Mariano Barbacid ha lanzado un mensaje de reflexión, acompañado de cierta indignación, sobre el trato que recibe la ciencia en estos días de confinamiento. No es el único investigador que se queja de un confinamiento que les impide realizar tareas esenciales para la sociedad.

En un vídeo con la firma de la ASEICA (Asociación Española de Investigación en Cáncer) ha afirmado no comprender la razón por la que los centros de investigación permanecen cerrados en España.

Incluso destaca la utilidad que tendrían “las docenas de máquinas de PCR que se usan para cultivos celulares o animales”, con objeto de realizar las determinaciones de ADN o ARN. La PCR es una prueba con alta complejidad que da un resultado con alta especificidad y sensibilidad hacia el material genético del coronavirus, su ARN.

Su precocidad, al detectar el virus en las primeras fases de la infección respiratoria, hace a la PCR muy útil desde el punto de vista clínico.

Empresas no esenciales: ¿y la investigación?

Los trabajadores de empresas no esenciales puedan acudir en la actual fase de desconfinamiento a sus puestos. Aunque se fomenta el teletrabajo, tenemos a peluquerías o restaurantes de comida para llevar que se han sumado a la desescalada desde el Lunes 4 de mayo. Está claro que quienes toman medidas están reconsiderando muchas de ellas a tenor de las quejas de algunos sectores.

Las quejas del confinamiento de la investigación no están llegando a los oídos de los que toman las decisiones

Un investigador carga una máquina de PCR con tubos que contienen fragmentos de material genético.

En este sentido, las terrazas podrán ser ocupadas (en la siguiente fase) por un 50% de su superficie, en lugar del 30% que se anunció inicialmente. ¿Pero quién se queja del confinamiento de la investigación? Las quejas del personal investigador no están llegando a los oídos de los que toman las decisiones de “desescalada”.

Cientos de investigadores deberían estar realizando esa tarea que les parece a todos tan relevante. Pero la investigación sigue en confinamiento, mientras las peluquerías ya atienden a la población, con las medidas de seguridad oportunas.

No parece complicado conseguir que los investigadores cumplan las normas de seguridad frente al coronavirus, como la necesidad de llevar mascarilla, mantener la distancia de seguridad y aislarse en caso de síntomas de la Covid-19.

Investigar también otras patologías

La idea de poner todas las máquinas de PCR de los centros de investigación públicos y privados a trabajar para realizar multitud de diagnósticos de SARS-CoV-2 es una forma de contribuir a trabajar contra la pandemia. Pero no nos olvidemos la importancia de la investigación, de la que sólo nos acordamos de vez en cuando.

Barbacid destaca que la mortalidad global de la Covid-19 es de menos del 1% en población sin patologías previas, y pone como ejemplo un tipo de cáncer de páncreas que conoce bien, el adenocarcinoma ductal de páncreas, cuya mortalidad es del 95%. Entre ambas hay muchos % y patologías que no se están investigando. No se trata de comparar qué mata a más gente, pero sí recordar que hay miles de españoles que esperan que la investigación, como la asistencia sanitaria, no se pare.

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