La individualización del tratamiento, la clave en el edema macular diabético

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Actualmente, cerca de 400.000 personas en España sufren edema macular diabético, una complicación frecuente en pacientes con diabetes. De hecho, es la principal causa de pérdida de visión en estos pacientes. Esta enfermedad consiste en el acúmulo de líquido en distintas capas de la retina, concretamente en la mácula que es la encargada de la visión nítida. Entre los factores más importantes que pueden dar lugar a la aparición del edema macular diabético se encuentran: el tiempo de la evolución de la diabetes, los factores vasculares y el control metabólico.

Respecto a los tratamientos existentes para el edema macular diabético es importante destacar que han ido cambiando a lo largo de los años. Anteriormente el principal tratamiento era el láser, sin embargo, actualmente se recurre a la terapia farmacológica intravítrea que consiste en administrar intraocularmente inyecciones de fármacos que controlan ese edema macular diabético.

Los expertos recomiendan cambiar a corticoides en caso de respuesta insuficiente tras tres inyecciones de anti-VEGF

En este sentido, existen dos grandes grupos de tratamiento: los corticoides y los denominados fármacos anti-VEGF que bloquean el factor de crecimiento del endotelio vascular. Ambos tratamientos son eficaces y la elección de utilizar uno u otro va a depender de las características del paciente y del edema macular diabético.

En los casos en los que el tratamiento farmacológico no es suficiente o la respuesta no es la adecuada se recomienda cambiar de grupo farmacológico según las guías de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV). Algunos profesionales consideran que para considerar que una persona no responde adecuadamente a la terapia anti-VEGF deben de realizarse al menos seis inyecciones de este fármaco, pero, cada vez son más los que opinan que, si con tres inyecciones no se obtiene una respuesta satisfactoria, se debe hacer el cambio a un tratamiento con corticoides intravítreos.

Además, algunos estudios sugieren que realizar el cambio precoz tiene también ventajas coste-económicas. La mayoría de los que van a mostrar una respuesta satisfactoria a los fármacos antiVEGF lo hacen con las primeras dosis. Por ello mantener este tratamiento en caso de respuesta insuficiente, supone un incremento de pruebas e inyecciones que con un escaso margen de beneficio clínico.

Por último hay que recordar que, los retos más importantes para mejorar los resultados en las unidades de retina son la prevención y el diagnóstico precoz, ya que si se trata a los pacientes desde el inicio los resultados van a ser siempre mucho mejores. Asimismo, es esencial realizar correctamente los tratamientos, seguir los protocolos de manera adecuada, evitar el infratratamiento de los pacientes y por supuesto ser capaz de indicar en cada paciente y según las características de su patología, el tratamiento más adecuado, ya sean los anti-VEGF, los corticoides, el láser o la cirugía.