Distintos países con distintas fases de su particular pandemia. Regiones distantes del mundo que cuentan aún con pocos contagiados, como sudamérica, quizás con variaciones del SARS-CoV-2. Otras regiones en plena fase de crecimiento superando aún records de fallecidos, como Estados Unidos. China, en donde comenzó el brote pandémico, no reporta muertes ahora, pero da signos aislados de rebrotes. Nos enfrentamos a una pandemia de pandemias de la que la humanidad saldrá junta o no saldrá.

Regiones y tendencias distintas

Para la OMS estamos ante diferentes tendencias en diferentes regiones del mundo. Dentro de las regiones, como Europa hay países que se encuentran en fases distintas. Por ejemplo, en los Países Bajos o Suecia hacen vida relativamente normal, mientras que en España tenemos un confinamiento “duro”. Dentro de cada país hay situaciones distintas de evolución de la pandemia. Desde una situación controlada en Andalucía, casi desde los comienzos, hasta el golpe duro que continúan teniendo Madrid, Barcelona o La Rioja.

Por tanto, tenemos distintas evoluciones o fases de la pandemia de manera simultánea en distintas regiones, países y provincias, lo que supone una pandemia de pandemias. En este contexto, aunque un país inicie una desescalada del confinamiento, como el que solicita el parlamento al Gobierno de España, el entorno debe seguir siendo de limitación de movimientos mientras no tengamos garantías.

Garantías para desconfinar España

El DG de la OMS, Tedros Adhanom, insiste en que debemos encontrar cada caso, aislarlo, testarlo y ocuparnos de la asistencia sanitaria. Se trata de establecer la trazabilidad y la cuarentena de cada contacto. No basta con esperar el paso del tiempo epidemiológico de un país, se debe tener la información que proporcionan los test de manera correcta. Para eso necesitamos que nos den la máxima probabilidad de clasificar correctamente a un individuo enfermo (sensibilidad), esto es, que de un resultado positivo.

Es preciso entender que nuestra fase de la pandemia es distinta y que nuestras circunstancias también

Educar a las personas

Resulta clave que la sociedad sepa por qué se están poniendo en marcha estas medidas de confinamiento. Va a resultar duro ver otros países que relajan su confinamiento mientras que en España persiste. Es preciso entender que nuestra fase de la pandemia es distinta y que nuestras circunstancias también. Es muy importante evitar planteamientos demagógicos sobre la necesidad de salir ya todos a la calle. Porque podríamos sufrir rebrotes: seguimos sin estar preparados.

Necesitamos recursos: test, mascarillas y planes

Debemos ser conscientes que la ausencia de medios que aún persiste (test diagnósticos y mascarillas) son la principal razón de que no podamos aplicar un desconfinamiento en los tiempos en los que podríamos hacerlo. O dicho de otra forma, podríamos estar entrando en una fase más avanzada, según algunos informes, a finales de mayo.

Para eso, en las próximas dos semanas, la curva de contagiados deberia disminuir a un ritmo más rápido, y deberíamos contar con la capacidad de realizar test diagnósticos masivos a las personas sospechosas o de riesgo (como los sanitarios). La limitación de test a nivel mundial hace que la OMS no recomiende su realización a toda la población, sino sólo a los casos sospechosos.

Un artículo de Badía y Labrador publicado en EDS-Economía de la Salud establece que es preciso seleccionar test diagnósticos homologados y combinar los diagnósticos cualitativos (Ig A, Ig G) con los PCR (que permiten averiguar la carga viral). Asi sabríamos en qué exactamente en qué momento epidemiológico nos encontramos en España. Mientras esperamos a que se ponga en marcha un estudio de seroprevalencia del ISCIII que nos indique la población positiva, Galicia anuncia que pone en marcha el suyo. En esto cuanta más información tengamos, mejor.

Lo que no cabe duda es que, o se cura toda la humanidad, o no podremos decir que la pandemia del siglo ha acabado. La primera pandemia de pandemias.

Los portaaviones americano y francés

El portaviones USS Theodore Roosvelt que sufrió un brote de Covid-19.

Dos poblaciones cerradas como son las tripulaciones de dos portaviones, son perfectas para su estudio. El citado artículo de Badía y Labrador mencionan que el “Theodore Roosevelt”, con 4800 marinos de tripulación y tras varios casos de Covid-19, se han encontrando 600 (20%) infectados (el 60% de forma asintomática). El portaviones francés “Charles de Gaulle” también afectado por un brote de Covid 19 con 2000 marinos estudiados, de los que 1100 (55%) han dado resultado positivo (y el 50% eran asintomáticos) Estos estudios indican que una elevada proporción de la población podría ser asintomática o haber pasado la infección.

Africa y Sudamérica

Por último, la gran preocupación de la OMS gira en torno a regiones donde la capacidad de reacción del sistema sanitario es más limitada, y su calidad no es la de Europa, China o Estados Unidos. En una fase temprana, aún no se sabe si la pandemia cómo se desarrollará en las hacinadas urbes de sudamérica. Comparte con amplias zonas del continente africano el hacinamiento y una temperatura más cálida, pero no se conoce el impacto epidemiológico que podría tener sobre el contagio.

Lo que no cabe duda es que, o se cura toda la humanidad, o no podremos decir que la pandemia del siglo ha acabado. La primera pandemia de pandemias.