Las ciencias ómicas en la medicina del futuro

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Si el siglo XX fue, en Medicina, el siglo de la genómica, los avances ocurridos en los últimos 20 años indican que el desarrollo de la medicina del futuro del siglo XXI se asentará en gran medida en la integración de un amplio abanico de ciencias ómicas capaces de proporcionar una cantidad masiva de información sobre distintos niveles moleculares de nuestro organismo y la relación entre ellos.

Hoy sabemos que la genética por sí sola no es suficiente a la hora de explicar la complejidad de un organismo, siendo por tanto necesario disponer de información sobre otros niveles moleculares (ARN, proteínas, metabolitos, etc.) y de las interacciones existentes entre ellos. Solo así puede obtenerse una fotografía más completa de cada paciente y sus enfermedades. Está cada vez más cerca la posibilidad de obtener una información detallada de cada nivel molecular a partir de una muestra, ya sea un fluido corporal, un tejido o células individuales del mismo.

Los avances en las técnicas ómicas hacen que cada día se acorten los tiempos y el coste de estos análisis

Además, los avances en las técnicas ómicas hacen que cada día se acorten los tiempos y el coste de los análisis ómicos, facilitando un uso más extendido de los mismos. Dada la relevancia que están adquiriendo, y previsiblemente adquirirán, las ciencias ómicas; la Fundación Instituto Roche ha publicado recientemente el Informe ‘Ciencias ómicas’, del que he tenido la suerte de ser coordinador. Dicho informe está dedicado precisamente a analizar el papel de ciencias como la metabolómica, proteómica, transcriptómica, epigenómica y otras muchas ciencias complementarias a la genómica como la farmacogenómica, en la medicina del futuro. Este informe se enmarca dentro de la labor de anticipación que lleva a cabo el Observatorio de Tendencias en Medicina Personalizada de Precisión y que trata de adelantar, precisamente, qué áreas de la ciencia y de la medicina serán clave en el futuro.

En el informe se refleja de forma clara el papel que tendrá en la medicina del futuro la información derivada de los diferentes niveles moleculares, abordados por las distintas ciencias ómicas y de su integración a nivel de células individuales y tejidos del organismo a lo largo de distintas etapas de la vida. Solo así podremos realmente llegar a practicar una verdadera Medicina Personalizada de Precisión, como lo reflejan ya los avances espectaculares en el diagnóstico y monitorización de enfermedades basados en innovadores tests genéticos, programas de prevención y detección temprana de enfermedades basados en biomarcadores, la monitorización personalizada del  tratamiento, el desarrollo de herramientas que permiten una cirugía de precisión basadas en metabolómica, o el establecimiento de nuevas estrategias de envejecimiento saludable.

Solo a través de la integración de todo el conocimiento molecular derivado de las distintas ciencias ómicas, podremos tener una fotografía completa del individuo y desgranar la complejidad biológica de sus enfermedades; la medicina del futuro será ómica o no será.