Reumatología: el paciente como parte activa del proceso

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A día de hoy la especialidad de Reumatología, en la que se diagnostican y tratan más de 100 enfermedades que afectan a uno de cada cuatro españoles (como la artritis reumatoide, el lupus o las Espondiloartritis), tiene que hacer frente a cambios importantes.
Cambios que se han venido gestando a nivel social, cultural y de la propia especialidad: nuevas terapias, decisiones compartidas, big data, fake news, inteligencia artificial o técnicas para el diagnóstico y manejo cada vez más avanzadas y precisas.
Al mismo tiempo, la población, sus costumbres y su comportamiento también está cambiando: la forma de trabajar, de viajar, de tener hijos o el bombardeo de información que recibe un paciente son factores que transforman el mundo que vive.
El paciente actual tiene muchos medios para obtener información sobre su salud y los factores externos descritos anteriormente han abierto el abanico de posibilidades de manera insospechada. A día de hoy, una persona puede llegar a estar mucho más implicada en su enfermedad, en la toma de decisiones o en la visión que nos ofrece sobre cómo vivir su patología de acuerdo a su entorno. Esta visión aporta en ocasiones un gran valor a las decisiones que tomamos respecto a su enfermedad.

Buscamos que el paciente pueda volver a hacer su vida normal en enfermedades que eran discapacitantes


Con este cambio de paradigma se está produciendo una modificación en la relación médico paciente que ha hecho que la tradicional medicina paternalista quede obsoleta. Esta está siendo la realidad en enfermedades como la artritis reumatoide, que afecta a alrededor de 400.000 personas en España y donde además se están incrementado las opciones terapéuticas para los pacientes con nuevas dianas que nos van a permitir ser cada vez más precisos a la hora de programar un tratamiento “a la carta” para cada uno de ellos. De cara al futuro, podremos ser más exigentes y ya no nos valdrá con que la enfermedad esté más o menos controlada. Buscamos la remisión completa, y que el paciente pueda volver a hacer su vida normal, en enfermedades que hasta hace pocos años, llegaban a ser discapacitantes.
Pero, si el paciente debe implicarse en su patología y ser parte activa del proceso, la relación médico paciente debe ser directa y respetuosa. Sin ella, el pronóstico no será bueno y es fundamental trabajar este ámbito. Además es importante tener en cuenta que el desarrollo de las redes sociales y la telemedicina están revolucionando la comunicación médico paciente en España y pueden llegar a ser un valioso ayudante para el reumatólogo. Hemos de aprovechar las ventajas que nos ofrecen, pero es indispensable para ello estar preparados, vigilar y controlar riesgos.
La información que transmitimos tiene, en muchas ocasiones, un alto impacto en la vida de los pacientes, por lo que debemos ser cuidadosos y comprensivos, aunque también determinados y realistas.
Tener en cuenta estos factores en la realidad que vivimos, es fundamentales para seguir avanzando, como lo hemos hecho hasta ahora en el pronóstico de estas enfermedades.