Poco más de un año después de que cogiera el testigo de María Luisa Carcedo, Salvador Illa deja su puesto de manera definitiva al frente de la sanidad española. El ahora candidato del PSC abandona la cartera tras un curso marcado inevitablemente por la pandemia, una cuestión a la que ha dedicado su “compromiso 101 por ciento” antes de volcarse en las elecciones para presidir la Generalitat.

Darias participa en la reunión del comité de seguimiento del coronavirus.

Sin embargo, quien llega a ocupar la vacante nacional más complicada en el momento más difícil -tercera ola mediante- no es alguien ajeno al seguimiento que está exigiendo la COVID-19. De hecho, Carolina Darias lleva tiempo compartiendo la responsabilidad que supone lidiar con la emergencia sanitaria, por lo que como nueva responsable parte con el aval de no iniciar este camino de cero.

Como ministra de Política Territorial y Función Pública, lleva ya varios meses compartiendo mesa con Illa y Simón al frente del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS). En este sentido, el Ejecutivo central consigue mantener el nexo con las Comunidades Autónomas, las cuales demandan el mayor ejercicio de coordinación posible en mitad del proceso de vacunación frente al SARS-CoV-2. Precisamente, Darias ha estado involucrada de forma estrecha en todas las etapas de su desarrollo hasta la actualidad. Asimismo, también ha formado parte del comité de seguimiento del coronavirus desde su constitución.

Carolina Darias, junto a Salvador Illa, en una reunión telemática del CISNS.

De hecho, en su anterior puesto habría subrayado ya la necesidad de responder a las distintas sensibilidades de una España plural. Una voluntad heredada en parte de su condición canaria, escindida geográficamente del grueso del territorio nacional. En territorio insular ha demostrado su valía como consejera de Economía de Ángel Víctor Torres; también su experiencia como presidenta del parlamento autonómico, lo que la cualifica de cara a la idea de conservar el espíritu de cogobernanza actual.

Así las cosas, la figura de Darias pretende así generar el mínimo impacto dentro del momento actual, así como mantener la línea conciliadora y dialogante que hasta ahora representaba Illa. Buena prueba de ello son algunas de las declaraciones de la ya nueva titular sanitaria, que hasta ahora ha abogado por el talante y el consenso de su predecesor. También su apuesta por medidas de “microcirugía” frente a otras más contundentes, sobre todo en lo relativo a confinamientos.

Trayectoria política previa

La nueva ministra de Sanidad es licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna. Además, pertenece al Cuerpo de Administradores Generales de la Administración Pública de Canarias. Como miembro del PSC -PSOE, ha sido concejal del Ayuntamiento de Las Palmas, subdelegada del Gobierno en Las Palmas y diputada del Parlamento de la autonomía, donde ocupó la portavocía de la Comisión de Sanidad.

Posteriormente fue directora de Gobierno de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda del ayuntamiento de Las Palmas y de 2008 a abril de 2011, delegada del Gobierno en Canarias. A este cargo renunciaría para presentarse a las elecciones autonómicas de 2011 como candidata a la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria. Fue portavoz del grupo del PSC-PSOE en el Cabildo de Gran Canaria, y vocal de la Ejecutiva Federal del partido socialista.

De otro lado, Darias sabe también lo que es vencer a la COVID-19 de manera personal. La ministra dio positivo por coronavirus el pasado 12 de marzo de 2020, superando la enfermedad tras 30 días de aislamiento como resultado de esta. “No me he sentido sola en ningún momento. Gracias a quienes me han acompañado en esta travesía de un modo u otro. Fuerza a quienes siguen luchando y esperanza en que #EsteVirusLoParamosUnidos”, señaló entonces, vía Twitter.

Tareas pendientes al margen de la COVID-19

A Darias también le espera una amplia lista de tareas que han quedado relegadas por la pandemia. Muchas de ellas fueron descritas en la fallida hoja de ruta de Salvador Illa en aquella primera Comisión de Sanidad, donde por ejemplo se preveía actuar en materia de recursos humanos, atendiendo principales reivindicaciones de los profesionales sanitarios; entre ellas, potenciar el primer nivel asistencial o la mejora de la carrera profesional.

Carolina Darias comparece en rueda de prensa tras un Consejo de Ministros.

También en el tintero siguen quedando especialidades como urgencias o infecciosas, que siguen a la espera del decreto oportuno en una coyuntura donde han cobrado más importancia si cabe. Aumentar la participación de los pacientes, la consolidación de la medicina de precisión o la renovación de un Plan de Cáncer ya caduco son también algunas de las áreas pendientes de abordar.

De otro lado, la reforma urgente de la Estrategia Nacional de Salud Mental sigue en el horizonte, con la prevención del suicidio marcada en rojo como el siguiente gran objetivo tras la pandemia, con la ya calificada por muchos como cuarta ola.


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