Entrevista a Marta Villanueva, Directora general de la Fundación IDIS

Pregunta. ¿Cómo ha evolucionado el sector en estos 18 años?

Respuesta. A lo largo de este tiempo el sector ha evolucionado en todos los sentidos, se ha asentado su desarrollo en ejes tan importantes como el de la innovación incorporando la tecnología más avanzada en cada momento, la calidad con la consecución de las acreditaciones y certificaciones más exigentes y reconocidas, la formación continuada con profesionales de referencia en todos los ámbitos, los resultados de salud cuantitativos en términos de eficiencia, resolución asistencial, acceso, calidad y seguridad) y cualitativos en términos de experiencia de paciente.

P. ¿Cuáles han sido sus logros principales? ¿Y sus retos?

R. Los logros son múltiples, pero los podríamos concretar en el hecho de que contribuimos a que el ciudadano tenga capacidad de elegir en base a criterios de transparencia, objetividad y rigor atendiendo a la aportación de valor del sector sanitario de titularidad privada. En cuanto a los retos se concretan en el plano sanitario en continuar impulsando la mejora continua de la calidad y la seguridad para conseguir los mejores resultados en salud teniendo en cuenta al paciente y al profesional sanitario dentro de un modelo participativo acorde con las necesidades de la población. En el ámbito social, evidenciando el derecho de las personas a una atención sanitaria y sociosanitaria accesible, equitativa y de calidad teniendo en cuenta el abordaje de la cronicidad y la dependencia; en el plano económico, potenciando el emprendimiento y la iniciativa privada en sanidad para generar valor añadido en términos de riqueza y empleo cualificado y, en el contexto estructural, impulsando y desarrollando modelos de colaboración (tradicionales y novedosos) que doten de solvencia y sostenibilidad al Sistema Nacional de Salud.

P. ¿Qué lugar han ocupado los profesionales sanitarios dentro del sector privado?

R. Es reseñable el papel clave de los profesionales, quienes desempeñan y asumen toda la presión asistencial que genera no solo la actividad diaria creciente sino las situaciones de crisis sanitaria como la actual motivada por el SARS-CoV-2 y las situaciones de dependencia y cronicidad que nos depara el cambio sociodemográfico que estamos ya viviendo. Los profesionales con el paciente, en una tarea de corresponsabilidad en la gestión de su propia salud, son los auténticos protagonistas del sistema conjuntamente y de la mano con las innovaciones que se van produciendo y nos ofrece el ámbito tecnológico, biotecnológico, farmacéutico y de gestión.

P. De forma periódica aparecen rumores que sacan a la luz el fin de las mutualidades, ¿por qué IDIS considera que es inviable esta medida?

R. El mutualismo administrativo es una de las formas de cooperación privada-pública que, como los conciertos y las concesiones, ofrecen unos resultados más evidentes en términos de eficiencia, resultados y satisfacción. Tengamos en cuenta que cerca de 1,8 millones de funcionarios de la administración central están adscritos al sistema de mutualidad (Muface, Isfas y Mugeju). Su importancia radica fundamentalmente en dos aspectos; en primer lugar, la descarga de presión asistencial que contribuye a aliviar las listas de espera y, en segundo lugar, en términos económicos, el mutualismo administrativo es un modelo que aporta eficiencia en la prestación de un servicio público, ya que el gasto per cápita de la población cubierta es sustancialmente inferior al gasto sanitario público per cápita. En este sentido, se estima que la prima media de Muface se sitúa en 2019 en 864 euros anuales por asegurado, mientras que el gasto sanitario público per cápita de ese mismo año es de 1.291 euros (no incluye gasto farmacéutico ni el gasto destinado a mutualidades), lo que supone un ahorro de 341 euros por mutualista para la Administración.

P. La pandemia ha evidenciado los puntos débiles del sistema sanitario, ¿cuáles son desde vuestra perspectiva?

R. El mito de que tenemos el mejor sistema sanitario, alabado en múltiples ocasiones a pesar de sus listas de espera, problemas de cohesión, coordinación y financiación y de sus inequidades ha quedado en entredicho y, por lo tanto, con muchos motivos de mejora. Ante esta situación lo importante es reconocer las debilidades, profundizar y ampliar las fortalezas y tener muy en cuenta las oportunidades, retos y amenazas que se ciernen sobre el sistema, que son evidentes.

P.¿Qué lugar debe ocupar en un hipotético sistema sanitario renovado, tras la crisis actual?

R. El sector privado emplea 269.515 puestos de trabajo cualificados en nuestro país y cuenta con 458 hospitales y 51.212 camas cuyo concurso y normalización en el sistema sanitario puede ser beneficioso tanto para las administraciones, como para los pacientes y para el propio sistema sanitario público. Se debe de promover un marco estable de cooperación entre el sector privado y público para abordar las prestaciones a los ciudadanos allí donde el sistema público no llegue otorgando la seguridad jurídica imprescindible y generando escenarios predecibles y estables. Debemos de recuperar la confianza mutua.