El Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han presentado los primeros resultados de la cuarta ronda del Estudio Nacional de sero-epidemiología ENE-COVID, que revelan que la prevalencia global de anticuerpos IgG frente al SARS-CoV-2 desde el inicio del estudio se sitúa en un 9,9%. Es decir, una de cada diez personas en España habría sido infectada por el nuevo virus a lo largo de todo el periodo de estudio.

El personal sanitario (con un 16,8%) presenta las cifras más altas, según estos datos, seguido por las mujeres que cuidan a dependientes en el domicilio (16,3%).

Al igual que en las rondas anteriores, el estudio revela una importante variabilidad geográfica en los resultados. Mientras en el núcleo central de la península la prevalencia global se acerca e incluso supera el 15%, hay provincias en las que la prevalencia no llega al 5%.

No obstante, en comparación con las tres primeras rondas, en la cuarta se ha observado una mayor dispersión en España de la onda epidémica. La proporción de personas con anticuerpos IgG frente al SARS-CoV2 es mayor en residentes de grandes ciudades (más de 100.000 habitantes), y se sitúa en estas localizaciones en un 8,3% actualmente y en un 11,6% en el global del estudio.

En esta cuarta ronda del estudio han participado 51.409 personas de todas las comunidades y las dos ciudades autónomas, una cifra en la que se observa cierta infrarrepresentación de niños menores de 10 años, adultos jóvenes y personas muy mayores, factores que se han tenido en cuenta en la estimación poblacional que se presenta en el informe que muestra los nuevos datos.

Con datos de la segunda quincena de noviembre, cuando se realizó esta cuarta ronda del estudio, la prevalencia actual (porcentaje de personas que actualmente tienen anticuerpos IgG detectables con el test rápido) se sitúa en un 7,1%.

Los estudios de laboratorio que se están realizando esto días en el Centro Nacional de Microbiología del ISCIII con varias técnicas serológicas de alto rendimiento permitirán analizar si la diferencia entre la prevalencia global y la prevalencia actual se debe a la duración de la inmunidad o a otros factores relacionados con las técnicas utilizadas para la medición de anticuerpos.

Seroconversión y asintomáticos

Por otra parte, el porcentaje de personas seronegativas en la primera fase del estudio que ahora tienen anticuerpos IgG detectables (tasa de seroconversión) se sitúa en un 3,8%, un porcentaje mayor que el 0,7-0,9% detectado en las primeras rondas. El porcentaje de personas asintomáticas durante las 4 rondas que tiene anticuerpos IgG se sitúa en un 3,3%; en las rondas anteriores se mantuvo entre un 2.5 y un 2.8%. El porcentaje de asintomáticos en relación con el total de positivos se estima en torno al 30%.

Por otro lado, las personas que en algún momento han convivido con un caso confirmado presentan una prevalencia de anticuerpos IgG del 31% en esta cuarta ronda, y es menor (13%) en las personas que han tenido contacto con un caso confirmado no conviviente (persona familiar o amiga).

Los responsables del estudio recuerdan que cuando finalizaron las rondas previas del estudio, en las que se estimó un 5% de seroprevalencia, y se comparó con los casos confirmados, se observó que solo se habían confirmado 1 de cada 10 casos de infección por SARS-CoV-2.

En esta segunda onda epidémica se estima que el porcentaje de detección puede alcanzar el 60%, es decir, se estarían identificando como casos confirmados aproximadamente 6 de cada 10 pacientes infectados. Estas estimaciones aún deben confirmarse, trasladarse a la realidad de cada comunidad autónoma y estudiarse considerando otros factores que trascienden  al  estudio  de  seroprevalencia, como el porcentaje de casos en población institucionalizada.

Además, los investigadores señalan que en la interpretación de los resultados debe tenerse en cuenta que existen casos de infección por SARS-CoV-2 en los que los anticuerpos no están presentes, o lo están con niveles bajos que no se detectan con las herramientas de medida, lo cual supondría una infraestimación de la circulación del virus.    

En cualquier caso, remarcan que en las próximas semanas será posible realizar estimaciones más precisas y analizar la evolución de la inmunidad a partir de los datos proporcionados por las pruebas de alto rendimiento realizadas en el laboratorio.