Fernando Prados será el nuevo gerente del Hospital Isabel Zendal. Un centro que ya es conocido como el Hospital de Pandemias y que, como hospital de emergencias que es, el sistema de gestión obedecerá a las características que tienen las emergencias. Prados, especialista en urgencias y emergencias, entiende bien esta manera de gestionar. Hace unos meses estuvo al frente del Hospital Ifema y, de nuevo, repite a la cabeza de este nuevo centro. Prácticamente aquel equipo, dice, estará en este centro, “con ganas todos de ponernos ya y empezar a ver resultados”.
Una de las cuestiones de este hospital es el potencial a nivel de formación y de investigación que plantea. “Estamos hablando de un centro monográfico, del que se beneficiará, lógicamente, el profesional del Sermas”, asegura.
Pregunta. Estamos hablando del único hospital monográfico COVID del mundo…
Respuesta. Este hospital tiene toda la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de situación y poder atender cualquier patología que en ese momento sea necesaria. De esta manera, se rentabiliza el trabajo del hospital. Es decir, no consiste en quitarles a los hospitales sus unidades especializadas. No tendría sentido. El objetivo es que cuando de verdad el sistema lo necesite, porque estos pacientes estén interfiriendo en el trabajo diario de determinado hospital, exista la posibilidad de trasladarles. De este modo, el Zendal es un sitio donde de manera más eficiente y con calidad permite tratar a los pacientes COVID, de manera más específica.
P. ¿Cómo afrontas esta etapa en el llamado ‘Hospital de Pandemias’?
R. Prácticamente igual que el Hospital de Ifema. La situación es la misma pero ahora contamos con mucho más tiempo. En la actualidad, no tenemos la situación y las prisas que teníamos en marzo-abril. Este hospital ofrece las mismas posibilidades que ofrecía Ifema, con lo bueno que, además, se ha edificado para esto. Lo han hecho pensando en un centro sanitario. Ofrece las mismas posibilidades, es decir, servir de ayuda, apoyo, reserva, y complemento a los hospitales y a todo el sistema sanitario madrileño. De tal manera que si el sistema tiene un problema, como por ejemplo atender algo que no está previsto dentro de la planificación de la sanidad madrileña, como es el COVID, pueda servir para que los hospitales sigan trabajando con la normalidad y según lo previsto. Por eso es tan heterogéneo, es tan multifuncional, y es tan complicado decir qué es lo que vamos a hacer. Lógicamente sabremos lo que vamos a hacer cuando el propio Sermas vaya detectando las necesidades que tiene y verá en qué medida este hospital puede dar servicio al resto.
P. ¿Qué tipo de pacientes serán derivados?
R. Ahora mismo estamos estudiando la propia enfermedad. Cada vez sabemos más. Nos hemos planteado el atender los pacientes COVID, pero este hospital, de cara al futuro, ofrece muchísimas más garantías, porque así está diseñado. Es cierto que se diseñó pensando en la COVID, aunque posteriormente tendremos que dejar paso y pensar en todo lo demás. Tiene garantías de atención a todo tipo de pacientes. Lo bueno que tiene este hospital es que se puede dotar del material y el personal para poder determinar el perfil de pacientes.
Lo que vamos a hacer es ir dotando al hospital de aquello que sea necesario para atender al perfil de pacientes que precise el sistema. No va a ser al revés. Necesitamos atender a este tipo de pacientes y, por tanto, dotaremos al hospital de los recursos materiales y humanos, en función de esos pacientes.
P. Un hospital, por tanto, dinámico y cambiante en función de la demanda…
R. Así está diseñado. El objetivo es poder colaborar. No sabemos lo que el sistema nos va a pedir. Más o menos lo podemos planificar y estar pendientes. Por ejemplo; ahora viene la gripe… Existen las enfermedades estacionales, como los asmáticos en primavera… Sabiendo esto, lógicamente habilitaremos el sistema para poder dar apoyo.
P. ¿Y el personal sanitario…? ¿Hay profesionales suficientes?
R. No podemos pensar en un hospital normal: el cual hay que llenarlo de personal. Esto en el Zendal sería erróneo, porque nosotros no sabemos qué va a hacer ese personal. Lógicamente si atendemos COVID tendremos que tener personal que haya atendido a pacientes COVID y que estén entrenados. No queremos contratar a gente que tenga que empezar de cero. La idea es que sea el personal del propio Sermas. Un ejemplo: nosotros, en principio, no vamos a hacer cirugías, por lo que no tiene sentido tener a cirujanos en el Zendal de plantilla, cuando evidentemente no van a hacer falta. Por tanto, tendremos que dotarlo del mejor personal para atender la patología que se precise abordar. Además, con el nivel de conocimiento, calidad y especialidad que determine en ese momento la situación. Lógicamente, no tendría sentido tener a una persona sin trabajar seis meses para que, de repente, cuando venga alguna urgencia se tenga que poner a atender. El personal tiene que estar entrenado y tiene que estar trabajando en su hospital habitual. En el momento que el Zendal requiera del personal de esas características irá a buscarlo dentro del sistema.
Evidentemente, los hospitales no trabajan con un número excesivo de profesionales de los que se puedan prescindir, pero tenemos más de 30 hospitales en Madrid y lógicamente el hospital no reúne ni el 0,5 por ciento de las necesidades. En el fondo, no será un número excesivo. Todo esto, y eso sí, siempre contando con la complicidad y la colaboración del personal, porque trabajarán en condiciones totalmente diferentes de las que se dan en un hospital normal. Es la primera vez que se abre y es algo nuevo.
Con el tiempo los profesionales del Sermas verán que es una herramienta más que se puede utilizar, que va a dar su rendimiento y tendrá sus resultados, sobre todo, en calidad de atención al paciente.